Libro 1: Espada 16

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Capítulo 16

Los espíritus oscuros del viento

Queridas Azula, Ty Lee y Mai:

¿Cómo han estado? Sé que no pueden responder a las cartas que les he enviado estos últimos meses, ya que no nos quedamos en un lugar fijo por mucho tiempo antes de continuar con nuestro viaje, pero siempre me imagino lo que estarían haciendo.

Ty Lee, Mai, sé que seguramente estén junto a Azula la mayor parte del tiempo. Incluso faltando a las clases de la academia para seguirla en sus caprichos.

Y Azula, sé con certeza que te pasas la mayor parte del tiempo entrenando tu fuego control. Si estuviera allí, te diría que te relajaras un poco.

Hace un par de semanas, Zuko y yo pasamos por una aldea que celebraba un festival y no pude evitar pensar en los festivales a los que íbamos todos juntos. Espero que eso se repita algún día.

Por otro lado, nuestro viaje ha sido interesante. Por mi parte, he descubierto un par de cosas sobre ciertas cosas que siempre he querido saber. He mejorado mucho en el manejo de la espada y he comenzado a entrenar en el combate cuerpo a cuerpo bajo la tutela de los soldados a bordo.

He aprendido mucho y lo estoy pasando bien. Iroh es una gran compañía, me recuerda mucho a mi papá.

Nuestro viaje hasta el Templo del Aire del Oeste no nos ha servido de nada. Solo han conseguido que Zuko se sienta más frustrado.

Estoy preocupado por él.

Se ha vuelto más imprudente, impaciente, temperamental y... sé que estás poniendo los ojos en blanco al leer esto, Azula. Y sí, tu hermano ha estado actuando incluso peor que yo.

Especialmente cuando llegamos a los Templos Aire del Norte y del Este.

***

Habían pasado un par de días desde que abandonaron la aldea donde estaba asentado el cuartel militar del comandante Kanku. La mayor parte de la tripulación se había quedado en el barco, realizando las reparaciones necesarias y abasteciéndolo para cuando el grupo que había ido al Templo del Aire del Norte regresara.

Zuko lideraba un pequeño grupo de seis soldados para explorar el templo, junto con Iroh y Percy, quienes habían decidido ir a acompañarlo.

— ¿Quién en su sano juicio decidiría vivir allá arriba? —preguntó Percy, mirando el gran templo que se alzaba en la cima de la montaña—. Los Nómadas Aire sí que elegían los lugares más extraños para vivir. Primero debajo de un precipicio, luego en la cima de una montaña. ¿Qué sigue? ¿Vivir en una roca flotante?

—Los Nómadas Aire eligieron el lugar donde vivirían buscando estar lo más cerca posible del aire y lo más lejos posible de las ataduras terrenales—respondió Iroh solemnemente—. Sus cuatro templos son un reflejo de su profunda conexión con su elemento.

—Entonces, ¿la capital de la Nación del Fuego se construyó en un volcán para estar más cerca de su elemento?

Iroh rio con diversión.

—Más o menos.

—Dejemos de perder el tiempo y avancemos—dijo Zuko, impaciente.

Por suerte, habían traído todas las herramientas necesarias para poder escalar la montaña, ya que esta no tenía un camino directo hasta la cima. Claramente, había sido construida solo para que los maestros aire pudieran llegar a ella.

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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