Capítulo X

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¡Hola a todos! Acá un capítulo de Daemon siendo posesivo jajaja Recuerden que es una historia de temática más oscura, y por si el título no lo decía, yo lo repito jeje.

Besos y abrazos

Rhaenyra intentó pintar, pero sus manos no encontraban la fuerza para hacerlo.

Sentía que nada de lo que hiciera estaba bien, que nadie en quien confiara, la estimaba lo suficiente. 

Y ahora no era solo eso, sino que con todo el miedo que tenía, tenía que enfrentarse a que su padre, la había amenazado con alejarla incluso de Daemon.

Era cierto que su prometido era todo menos un hombre fácil de tratar.

Pero ella no quería alejarse de él.

Nadie comprendería lo que sentía por él, lejos de todo ese enojo, lejos de toda esa rudeza que él demostraba.

Él siempre era el único que se preocupaba por ella. Lo había escuchado discutir con su padre, lo había escuchado defenderla, y sobre todo, ella agradecía que él respetara el que no quisiera tener hijos aún. 

No es que no quisiera tenerlos, es solo que tenía mucho miedo de tenerlos y no se sentía preparada.

Sintió la puerta abrirse, y miró con un extraño sentimiento entre el miedo y la esperanza.

Llevaba encerrada allí dos días desde la última noche en que él yació con ella, y no lo había visto. 

No sabía si sentir miedo de que él apareciera, o sentirse feliz, era un sentimiento confuso.

Sin embargo, cuando la puerta terminó de abrirse, se dio cuenta de que no era su tío, sino una persona que le traía el almuerzo.

- ¿Mi...tío, digo, prometido, digo- preguntó Rhaenyra nerviosa y la sirvienta sonrió con un poco de tristeza por su nerviosismo.

- Está reunido con algunas personas, el rey ha enviado mucho trabajo al príncipe- dijo ella y Rhaenyra asintió. 

- P-puedes preguntarle....mejor nada- dijo Rhaenyra sabiendo que no había nada en lo que le pudiera ayudar a su tío. 

La sirvienta la miró y suspiró.

- Por favor coma su comida, le traje dos postres por si tenía hambre- dijo ella sonriendo y Rhaenyra se paró de la cama para poder abrazarla.

Se sentía sola, pero su vida siempre había sido solitaria y lo prefería así.

Cuando confiaba en las personas, solían traicionarla.

- Todo mejorará- dijo la sirvienta y Rhaenyra la miró tristemente ¿Realmente mejoraría?

- Eso espero- dijo Rhaenyra tristemente y la sirvienta sonrió.

- Me contaron que le agradan las trenzas ¿Quiere que regrese más tarde para peinarla?- preguntó ella y Rhaenyra la miró con una sonrisa.

- ¿Es en serio?- preguntó Rhaenyra y ella asintió.

- Claro que si, jamás le mentiría- dijo la mujer y Rhaenyra sonrió.

- Me encantaría- dijo Rhaenyra y ella prometió volver- ¿Puedo saber tú nombre?- preguntó Rhaenyra antes de que ella se fuera.

- Elinda- dijo ella sonriendo y Rhaenyra sonrió.

Elinda salió de allí y Rhaenyra quedó sola en su habitación. Esperó mirando por la ventana, y sintió la puerta abrirse, pensó que se trataba de Elinda, la doncella que había prometido volver, pero entonces, ella vio que se trataba de su tío.

Eres solo mía y no te dejaré jamás (Daemyra)Where stories live. Discover now