TOXOS BAIXO O LUAR (LAWLU/ZOSAN+18)

CONFUSIÓN. 1991

Llevaba a lo sumo tres horas despierto en planta y ya sentía que la cabeza le estallaría de la ira de un momento a otro. No por Hiyori que llevaba reclamándole desde que recuperó la consciencia su falta de luces a la hora de aventurarse en el monte con los trastos de Usopp, ni siquiera por Toko que prácticamente no le había dirigido la palabra desde que había llegado, si no por el anormal al que le reía las gracias desde hacía horas su hija. Su puñetero novio había venido con ellas a visitarle y no le aguantaba, le parecía imbécil y hasta el tono de su voz y su forma de hablar tan chulesca y sobrada le crispaban los nervios ¿Por qué no le habían dejado en la UCI? Se habría ahorrado tener que verle la cara a ese imbécil. 

- Es que hay que ver señor suegro. Hay edades en las que hay que ir con más cuidado. Las carreras en unos años ya con taca taca por la residencia 

- Tiene razón papá 

- No soy tan mayor y mejor no te digo lo que te haré con el taca taca como te pille cerca

- Zoro por favor se amable - reclamó Hiyori sentada en la pequeña butaca que se encontraba cerca de la cama - Zoro solo gruñó y apretó el botón de nuevo que suministraba analgésicos con la esperanza de caer en un coma farmacológico y no tener que seguir sufriendo. 

- Suegro tranquilo que el negocio va bien, yo me encargo de todo

- Primero tú no te encargas de nada, se encargan Johnny y Yosaku que para eso les pago además de que los dos son muy profesionales y leales, virtudes de las que tú careces

- ¡Papá! - gritó Toko pero pasó de ella y siguió apretando el botón de fármacos 

- Segundo no soy tu suegro por lo que no me llames así

- Bueno de momento. Es que no te gusta ningún mote, tampoco me dejas llamarte señor Z, ni papá, ni jefe, ni máquina 

- Me llamas Zoro como todo el mundo leñe o mejor ni me hables que solo escucharte me levanta dolor de cabeza 

- Papá ya basta. Estás siendo muy desagradable. Solo intenta ayudarte con tus negocios 

- Sí... claro... 

- ¡Deja de pulsar el botón, me estás poniendo de los nervios! - le reclamó Hiyori quitándole le dosificador 

Solo suspiró y se hundió en la cama enfurruñado. Al poco tiempo una enfermera entró y pidió que todos saliesen de la habitación para hacerle las curas por lo que sin rechistar se fueron y le informaron de que volverían tras comer algo. Se sintió algo aliviado de verse a solas. No le hacía mucha gracia que una extraña le desnudara y toqueteara pero en esos momentos lo prefería a tener que lidiar con su familia un segundo más. En cuanto la enfermera se apartó tras cambiarle la venda del ojo vio a Sanji en la puerta observarle en silencio con mala cara. Contento por verle al fin trató de despachar a la enfermera sin éxito alguno, lo único que logró fue cabrearla. Le echó hacia atrás en la cama en cuanto vio que trataba de levantarse logrando sacarle un quejido de dolor y le informó de que o se estaba quieto o no tendría tanto cuidado al cambiar los vendajes. Ante las amenazas de la señora no le quedó otra más que esperarse a que se retirara. Cuando se fue trató de levantarse de nuevo pero en esta ocasión fue Sanji quien se lo impidió. Se acercó a en dos largos pasos y lo tumbó en la cama nuevamente tal y como había hecho la enfermera. 

- ¿A dónde te crees que vas? Estás hecho un asco 

- Hombre muchas gracias

- Eres gilipollas- dijo golpeando su hombro - ¿Tu sabes el susto que me has dado? ¡Casi me da algo grandísimo animal! Si vuelves a hacerme algo así te juro que te dejo, me vuelvo a París que allí estoy muy a gusto