PORTUGAL. 1995

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Se despertó completamente doblado en el sofá. Se sentó en el suelo y permaneció unos minutos tratando de recordar la noche anterior mientras su vista se mantenía fija en la pared blanca frente a él. Sobre la mesita de café estaban dos vasos y un par de botellas prácticamente vacías de licor. Su cabeza estaba a punto de estallar, tenía la espalda machacada y la boca pastosa. Definitivamente estaba mayor y ya no sabía llevar la resaca con dignidad. Sentía la garganta rasposa, en carne viva como si se hubiese pasado horas charlando o gritando. Su teléfono móvil sonó logrando que su migraña se multiplicase y maldijera a quien quiera que le molestara. Descolgó molesto y gruñó como saludo.

- Buenos días a ti también - dijo Nami al notar la hostilidad - poco más y me ladras

- ¿Qué hora es?

- Las ocho de la mañana ¿Estás borracho?

- No o eso creo, ayer te puedo asegurar que si lo estaba

- ¿Beber a solas en la oscuridad de tu madriguera crees que es una forma de pasar tu cumpleaños? Te habría invitado a cenar por ahí

- En realidad todo fue culpa de Luffy. Dijo que le apetecía cogerse una moña pero el cabrón yo creo que no bebió ni medio chupito - dijo mirando el vasito de Luffy aún a medias sobre la mesa. En verdad no recordaba haberle visto rellenarse la copa en toda la noche aunque para ser justos no recordaba prácticamente nada

- ¿Está contigo?

- Bueno al menos lo estaba anoche. Quizás esté en mi cuarto yo me he despertado doblado sobre el sofá

- Dios que decadente Zoro aunque me alegra saber que está contigo. Pensé que habría pasado la noche con Torao - dijo con molestia al mencionar el ridículo mote que Luffy le había puesto al forense

- Ya...

- En realidad no me molesta que se lo cepille ¿Sabes? Me da igual. Que le aproveche. Mientras me tenga atendida a mi me parece bien. Además yo también estoy en fase de experimentación pero... ¿Por qué tiene que dedicarle tanto tiempo? ¿Sabes la última vez que me llevó por ahí de vacaciones?

- ¿No os fuisteis hace dos semanas a Italia?

- Lo organicé yo. Digo un viaje romántico y espontáneo con el que me sorprenda

- Le pides mucho a la vida ¿No puedes ser más normal y recriminar al adúltero de tu marido por sus escarceos amorosos y no por que no te pasee?

- No. Yo gestiono mis emociones como me da la gana

- ¿Para qué me has despertado tan temprano Nami?

- Ah sí, ven a mi casa. Reunión con Jimbe a las doce y luego comemos todos juntos. Es urgente, no faltes

- Bien, allí estaré bruja

Colgó el teléfono y frotó sus sienes. Con pereza se levantó del suelo y se fue directo a la ducha con la intención de despejarse un poco. El agua fría logró espabilarle y tras un poco de colirio y el café más cargado que jamás hubiese tomado empezó a sentirse persona. Cogió el coche y se marchó directo a casa de Nami. Llegó bastante antes de la hora acordada pero llevaba tiempo sin verla y le gustaba charlar de vez en cuando con ella aunque a menudo lograse sacarle de sus casillas. Siempre había tenido una extraña relación con ella y al igual que Luffy era una especie de tonto hermano menor Nami era como su chinchona y fastidiosa hermana con capacidad ilimitada para lograr hacerle rabiar por cualquier estupidez. Entró a la casa y se fue directo a la cocina donde la pelirroja desayunaba. No preguntó si quiera si podía unírsele, simplemente se sentó a la mesa y empezó a comer. Nami enrolló el periódico que leía y golpeó suavemente su cabeza mientras le decía que era suficiente, tratándole como si fuese el perro de la casa.

TOXOS BAIXO O LUAR (LAWLU/ZOSAN+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora