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La mente de Sunghoon se encuentra atrapada en un torbellino de sensaciones mientras avanza hacia la fuente del aroma embriagador.
Cada paso que da, resuena como un eco en el fondo de su ser, y la voz de Jay se desvanece en un murmullo distante.
La fuerza del aroma lo envuelve como un hechizo, despertando un deseo profundo que nunca antes había experimentado. No puede ignorarlo; la atracción es innegable.
Jay, frustrado por la distracción de su líder, se apresura a seguirlo, su preocupación eclipsa cualquier otro pensamiento.
—¡Sunghoon, espera! No sabemos quién es...
Pero Sunghoon ignora las advertencias de Jay, ascendiendo las escaleras como si estuviera en un trance.
Cuando llega a la cima, encuentra una puerta entreabierta. Desde el interior, la luz suave ilumina la habitación, y el aire se encuentra impregnado de un calor que rápidamente lo atrae hacia él.
Al ingresar a la habitación, sus ojos se posan sobre un chico de blonda cabellera.
A primera vista, el Omega, de pie junto a una ventana, parece estar en su propio mundo, ensimismado en sus pensamientos.
Pero Sunghoon puede sentir cómo el corazón del omega late con fuerza; el rostro del chico irradia inocencia y fuerza, una mezcla peligrosa que lo cautiva.
Aquella conexión instantánea y desgarradora es suficiente para dejar a Sunghoon sin aliento.
—¿Quién... eres? —pregunta el joven, volviendo la cabeza al notar la presencia de Sunghoon. Sus ojos, cálidos y abiertos, encontraron los de él con una intensidad que lo hace temblar.
Mientras el mundo a su alrededor se desvanece , el omega repite la pregunta, y Sunghoon siente que su alma parece susurrarle que ese es su destino, que aquel chico es más que un extraño poseedor del aroma más extraordinario: es su complemento, su otra mitad.
—Mi nombre es Park Sunghoon, líder del Clan Silver Moon —responde, esforzándose por mantener la compostura ante la fuerza de la atracción que siente— .He venido a conocer al Alfa, Sim Taehyung.
El joven lo mira con curiosidad, su expresión cambiando lentamente de sorpresa a comprensión.
—Mi nombre es Sim Jake —murmura, una ligera inclinación de cabeza acompañando sus palabras. —Soy el hijo menor del Alfa al que buscas, aunque a menudo no me involucra en los asuntos de nuestro Pack, hoy tomaré parte en la reunión que tienes con mi padre.
—Jake... —repite Sunghoon, sintiendo cómo su nombre resuena en su boca como una melodía. Sabía que no era una coincidencia; cada fibra de su ser le decía que tenían algo especial.
Desde la esquina de la habitación, Jay finalmente hace su entrada, viéndose aliviado y confundido al mismo tiempo. Lo que observa en el rostro de su líder lo llena de curiosidad y también de preocupación.
