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Sunghoon se recuesta ligeramente sobre su pupitre, observando a Jake con interés mientras la clase de historia avanza.
El profesor proyecta mapas antiguos en la pizarra, explicando los conflictos y alianzas que marcaron la coexistencia entre diferentes especies a lo largo de los siglos.
Sin embargo, la atención de Sunghoon no está en el contenido de la lección, sino en Jake, que participa activamente.
—El Tratado Lunar no solo unió a los Hombres Lobo y los Híbridos —Interviene Jake cuando el profesor hace una pregunta—. También sentó las bases para el comercio entre clanes de Vampiros y los Aquelarres. Fue crucial para establecer las rutas que aún usamos hoy en día.
El profesor asiente, satisfecho con la respuesta.
—Correcto, Jake. Y no olvidemos que ese tratado también reconoció la autonomía de las Brujas, algo que evitó muchos conflictos internos.
Sunghoon no puede evitar sonreír, impresionado por la seguridad y el conocimiento de su mate. Jake no solo domina la historia de los Hombres Lobo, sino también la de otros seres mágicos que conviven en la ciudad.
Jay, sentado detrás de Sunghoon, se inclina hacia él.
—¿Desde cuándo tu omega sabe tanto sobre Vampiros? —Le susurra, claramente intrigado.
—No lo sé, pero me gusta.
Jake, ajeno a los susurros a su alrededor, continúa respondiendo preguntas y compartiendo datos con una pasión que ilumina sus ojos.
Sunghoon se siente embelesado. La inteligencia de Jake es tan fascinante como su belleza, y el orgullo crece en su pecho al saber que su mate es tan capaz.
Al final de la clase, Sunghoon se le acerca mientras guarda sus libros en la mochila.
—Eres increíble, Jake —Dice con una sonrisa sincera—. No tenía idea de que sabías tanto sobre mi especie... y sobre tantas otras.
Jake se sonroja ligeramente, encogiéndose de hombros.
—Me gusta aprender. Además, conocer a otras especies ayuda a evitar prejuicios. Si quiero ser un buen líder, bueno a pesar de ser un simple omega, me gustaría ser alguien importante para mi manada algún día, tengo que entender a todos los que conviven en esta ciudad.
Sunghoon siente una punzada de admiración y algo más profundo, una conexión que va más allá de la atracción física.
—Eres mucho más que un simple omega, ¿sabes? —dice en voz baja, sus ojos fijos en los de Jake.
Jake sonríe con timidez, pero su mirada brilla con una mezcla de alegría y complicidad.
—Y tú eres más que un simple Vampiro.
Desde el otro extremo del salón, Yunjin y Jay observan la interacción con sonrisas cómplices.
—Otra vez con esa mirada de enamorado, qué empalagoso —Bromea Jay, rodando los ojos.
