Los días transcurren entre clases, risas compartidas y momentos que parecen tan naturales como inevitables.
Sunghoon y Jake encuentran cada vez más difícil separarse, como si la conexión entre ellos hubiera crecido al punto de ser una extensión de sus propios cuerpos y almas.
Una tarde, después de clases, deciden pasear por el bosque cercano a la ciudad. Los árboles dorados por el inicio del otoño susurran con el viento, mientras las hojas caen a su alrededor.
Caminar juntos por la tranquilidad del bosque se ha vuelto su pequeño ritual, un espacio donde pueden ser ellos mismos sin preocuparse por los ojos curiosos de sus amigos o las expectativas de sus roles como líderes.
Jake, más relajado que nunca, toma la mano de Sunghoon mientras avanzan por el sendero. La calidez que emana del contacto parece llenar el espacio entre ellos, y por un momento, todo lo demás deja de importar.
—¿Sabes? —Dice Jake, mirando a Sunghoon con una sonrisa—. Nunca pensé que podría sentirme tan en paz con alguien.
Sunghoon entrelaza sus dedos con los de Jake y lo mira con una mezcla de ternura y determinación.
—Tampoco pensé que encontraría a alguien que me hiciera olvidar las preocupaciones del clan —Responde con suavidad—. Pero aquí estoy, contigo, y todo lo demás parece... menos complicado.
Se detienen en medio del camino, y Jake no resiste la necesidad de apoyarse contra el pecho de Sunghoon. El Vampiro lo rodea con sus brazos, estrechándolo contra él como si fuera su ancla en medio del caos.
—Cada vez que estoy contigo, siento que nada podría salir mal —Susurra Jake, cerrando los ojos mientras escucha los latidos firmes del corazón de Sunghoon.
—Y no dejaré que nada lo haga —Promete Sunghoon, acariciando suavemente el cabello de Jake—. Pase lo que pase, siempre estaré aquí.
El vínculo entre ellos se siente más fuerte, más real.
Como si sus almas se hubieran entrelazado de una forma que ya no pueden deshacer. El olor de Sunghoon, cálido y reconfortante, inunda los sentidos de Jake, mientras el Omega suelta un suspiro satisfecho.
—No quiero que esto termine nunca —Admite Jake en voz baja.
—No tiene por qué terminar —Responde Sunghoon, rozando la frente de Jake con sus labios en un gesto protector y lleno de amor.
Ambos permanecen así por un largo momento, abrazados en el corazón del bosque, sintiendo cómo cada latido de sus corazones sincroniza sus almas un poco más.
Al regresar a la ciudad, con las luces del ocaso reflejándose en sus rostros, no necesitan decir nada más.
Ambos saben que su vínculo ha crecido más allá de las palabras. Sunghoon es el ancla de Jake, y Jake es la luz en la oscuridad de Sunghoon. Y, pase lo que pase, están listos para enfrentar el futuro juntos.
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𝐇𝐢𝐬 𝐒𝐜𝐞𝐧𝐭 ❀
Fanfiction𝐒𝐮 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚 𝐞𝐬 𝐜𝐚́𝐥𝐢𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐥 𝐬𝐨𝐥 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐚𝐧𝐨, 𝐬𝐮 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚 𝐞𝐬 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐞𝐥 𝐲 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐮𝐚𝐯𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐨𝐝𝐨́𝐧 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐭𝐮𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬, 𝐬𝐮 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚 𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜...