El laboratorio subterráneo de G.U.N. estaba oscuro y en completo silencio. Solo el sonido de las máquinas de soporte vital se escuchaba, mientras un grupo de científicos trabajaba en secreto, observando la cápsula criogénica en el centro de la sala. Dentro de ella, Shadow el Erizo llevaba cincuenta años dormido. Sus recuerdos estaban congelados junto con él, atrapados en un abismo de tiempo. Pero ahora, G.U.N. había decidido despertarlo.
La cápsula comenzó a vibrar ligeramente, y el líquido de suspensión que mantenía a Shadow dormido empezó a salir lentamente. Sus ojos se abrieron, no con calma, sino llenos de confusión y furia. Su mente tardó unos segundos en procesar lo que estaba ocurriendo, pero los recuerdos comenzaron a venir agresivamente hacia él.
Maria... la última vez que la vio... la promesa... el dolor desgarrador de perderla.
—Maria... —murmuró con voz ronca, que resonó en la sala.
Los científicos de G.U.N. observaron con cautela mientras Shadow se incorporaba dentro de la cápsula, sus ojos rojos ardiendo con rabia. No le importaba donde estaba ni porque lo habían despertado. Solo una cosa ocupaba su mente, Maria.
—¿Dónde está Maria? —preguntó con un tono frío que alarmo a todos dentro de la sala, después de todo nadie sabía sobre una tal Maria.
El silencio llenó la sala. Los soldados de G.U.N., que custodiaban el laboratorio, intercambiaron miradas tensas, sabiendo que cualquier movimiento en falso podría ser mortal. Pero ese silencio le dijo a Shadow todo lo que necesitaba saber.
La ira llenó cada fibra de su ser. En un abrir y cerrar de ojos, se lanzó hacia los soldados con una velocidad imposible de seguir. Sus golpes fueron precisos y letales. Uno a uno, los soldados cayeron, incapaces de defenderse, mientras los científicos intentaban huir, impotentes ante la furia de Shadow.
—¡¿Dónde está Maria?! —gritó, lanzando al último soldado contra una pared.
Pero, a pesar de su furia, nadie tenía una respuesta. No había rastros de Maria, ni una pista de donde podría estar. La alarma comenzó a resonar en todo el complejo, y Shadow simplemente decidio que era momento de escapar de ese lugar que no hacia más que enojarlo más y más. Si Maria estaba en alguna parte, él la encontraría, aunque sabía en lo más profundo de su ser que ella ya no estaba.
¿Por qué lo habían despertado después de tanto tiempo? ¿Qué propósito tenía para G.U.N. en este nuevo mundo?
Finalmente, tras una serie de enfrentamientos, Shadow logró escapar de las instalaciones, saliendo de un paisaje que lo freno rapidamente, había visto algo similar con Maria en algún libro en el ARK. El sol cegador y el aire fresco lo golpearon de lleno, recordándole que había estado encerrado durante un buen tiempo, y finalmente el peso de la perdida de Mario entro en él, era evidente que Maria había muerto...
Mientras Shadow desaparecía en el horizonte, su mente permanecía aferrada al recuerdo de la última palabra que Maria le susurró —Vive... por Sonic.
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- Dulces Recuerdos - SHADONIC / SONADOW
FanfictionMaria insistia en querer involucrarse con aquellas experimentos fallidos, decía que eran vida como lo son ellos y que debiamos respetarlos, personalmente pensaba que era tonto hasta que conocimos a aquel erizo azul.