Capitulo: Mi adorado compañero

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Shadow no dejaba de abrazar a Sonic, quería sostenerlo como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento mientras tanto el azul no sabía como reaccionar adecuadamanete. No esperaba que Shadow reaccionaria así sobre todo porque parecia haber montado una barrera de fortaleza y frialdad. Sin embargo algo en el abrazo de Shadow le decía que este momento era importante para el azabache, por lo que no hizo ni dijo nada por unos segundos.

Hasta que finalmente aunque aún algo adolorido y débil por lo que había sucedido hace unos minutos, movió sus brazos lentamente para corresponder el abrazo y aunque era realmente incómodo al principio, poco a poco los brazos de Sonic encontraron su lugar alrededor del cuerpo de Shadow en donde podía sentirse más comodo. 

Pero el momento no duró mucho ya que la puerta del laboratorio se abrió de golpe, interrumpiendolos. El Doctor Eggman había llegado con una notoria sonrisa esperando ver los últimos momentos de sufrimiento de su enemigo, pero encontró todo lo contrario.

—¿Qué... qué demonios está pasando aquí? —exclamó Eggman, su voz llena enojo y confusión.

La escena ante él era la última que habría imaginado... Sonic y Shadow abrazados como si fueran aliados en lugar de enemigos. 

—¡No! ¡Esto no puede ser! —gritó Eggman—. ¡Guardias! ¡Capturen a ambos!

El sonido de las alarmas comenzó a resonar por todo el laboratorio y en cuestión de segundos un grupo de robots apareció rodeando a Sonic y Shadow. El erizo azul estaba débil pero no podía permitirse ser atrapado de nuevo.

Antes de que Sonic pudiera reaccionar, Shadow lo soltó y se colocó frente a él con la intención de protegerlo. Con una mirada de determinación en sus ojos Shadow empezo a impartir ataques rápidos contra los robots, destruyendo a varios de ellos con facilidad. Sonic observaba sorprendido mientras su cuerpo comenzaba a recuperar lentamente su movimiento.

—Tienes que moverte, Sonic —gruñó Shadow mientras esquivaba un ataque y lanzaba una patada a otro robot— ¡No puedo hacerlo solo!, ¿puedes?

Sonic sonrió sintiendo la energía volver a su cuerpo poco a poco. Sus extremidades aún le dolían pero el dolor no iba a detenerlo.

—No te preocupes, ya estoy mejor —dijo Sonic uniéndose a la batalla.

Los dos erizos lucharon como un equipo bien coordinado. Para sorpresa de ambos sus habilidades parecían complementarse perfectamente. Mientras Shadow atacaba con fuerza y precisión, Sonic usaba su velocidad para distraer a los robots y destrozarlos. En cuestión de minutos habían destruido a todos los enemigos y estaban corriendo hacia la salida del laboratorio.

La adrenalina del escape llenaba a Sonic de energía y cuando finalmente lograron salir del edificio y ponerse a salvo.

—Debo decir que hacemos un buen equipo —dijo Sonic con su sonrisa animada mientras miraba a Shadow.

Sin embargo, Shadow no compartía el mismo entusiasmo. El erizo negro estaba cabizbajo, su mirada perdida en el suelo. Sonic notó de inmediato que algo estaba mal. Esa tristeza que había visto antes había vuelto, supuso que no era facil para el superar el cambio.

Sonic sintió un nudo en el estómago. Sabía que debía hacer algo pero una parte de él se sentía incapaz de lidiar con este lado vulnerable de Shadow. Desde que lo había escuchado en la ARK, siempre había pensado que Shadow era alguien fuerte, alguien que no necesitaba consuelo. Pero ahora era evidente que incluso alguien como Shadow podía derrumbarse.

Sonic se acercó con cuidado y sin apresurarse sin saber exactamente que hacer, pero cuando vio las lágrimas caer lentamente sobre el rostro de Shadow supo que no tenía opción. Se movió instintivamente y lo abrazó.

- Dulces Recuerdos - SHADONIC / SONADOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora