Parte 5

485 51 17
                                    

Nobara resopló, como si estuviera realmente cansada. Maki torció el rostro, como si estuviera presenciando la cosa más absurda del mundo.

"No puedo creer lo idiotas que son los cuatro", pensaron las dos al mismo tiempo.

Yuuji había interrumpido la pijamada que tenían las chicas esa noche para ir a contarlo todo: desde la salida al cine donde los plantaron Yuta y Toge hasta lo sucedido con el ramo de tulipanes blancos. No sabía por qué, pero mientras hablaba casi podía sentir que en cualquier momento se echaría a llorar. Sobre todo, en la parte donde Yuta insistió en regalarle a Megumi un peluche de perro que se ganó en la feria.

—No sabía que te gustaba Megumi —le dijo Maki con falsa indiferencia, ella no era idiota como los otro cuatro estúpidos, la chica sabía muy bien que todos estaban enamorados. Pero no era su problema ni haría nada al respecto.

—¡NO! —gritó Yuuji casi saltando del asiento— No me gusta Fushiguro... solo que... bueno, es que me da rabia que Yuta quiera salir con él.

—¿Por qué? Yuta es buen tipo, seguro tiene buenas intenciones —echándole más leña al fuego, Maki hizo ese comentario para ver qué iba a decir Itadori o que cara pondría. Nobara le siguió el juego agregando que Megumi estaría feliz de que alguien tan fuerte, guapo y romántico se le declarara, no todos los días se consigue a alguien que te pretende con flores caras y peluches.

—¡USTEDES NO ENTIENDEN! ¡MEGUMI DEBERÍA SALIR CON ALGUIEN TAN GENIAL COMO ÉL!

Claro, era eso. Él era su mejor amigo y sabía lo genial que era Megumi Fushiguro, si alguien iba a salir con su amigo, esa persona tenía que ser la leche. Como mínimo tenía que ser más bonita que Megumi, más inteligente, más delicada y, al mismo tiempo, más fuerte. Tenía que tener estilo para vestir, comer y escribir, tenía que saber de libros y autores, además de ser amante de los animales. No podía ser alguien del montón, tenía que ser una persona especial.

Más especial que Megumi. Si es que alguien así existía.

Cuando dijo todo eso, las muchachas solo se vieron una a la otra, con caras de exasperación.

—Claro —continuó Maki—, entonces en vez de decirle eso, le gritaste y le cerraste la puerta de tu habitación en la cara.

—Sin contar que él estuvo llamando a tu puerta por casi dos horas y no abriste —completó Nobara.

Yuuji solo pudo mirar sus zapatos, con palabras bonitas le estaban diciendo las dos que era un tremendo estúpido.

—Yuuji, mira, te diré algo —Nobara tampoco quería meterse mucho, pero era parte de su deber como mejor amiga—. Habla con Okkotsu a ver qué es lo que le pasa con Fushiguro, tal vez sea una equivocación. Haz eso y luego nos cuentas.

—O habla con Megumi y dile que lo quieres embarazar.

—¡MAKI! —Nobara la regañó, riéndose al mismo tiempo. Tanta fue su risa que se le salieron las lágrimas y casi rodó por el suelo —¡Eso no es un consejo! ¿Por qué dices esas cosas? Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.

—¡Ay, hermana! ¡Tú también lo piensas!

Yuuji se fue de ahí indignado. No había ido hasta allá para que esas dos brujas se rieran en su cara. Salió de esa habitación con más dudas de las que llegó, porque no sabía si encarar a Okkotsu era buena idea, no sabía por qué estaba celoso y tampoco tenía idea de por qué Inumaki, que obvio estaba enamorado de Yuta Okkotsu, se prestaba para estas cosas. Lo que sí tuvo claro fue que tenía que disculparse con Fushiguro, no fue educado al ignorarlo de esa manera.

∙ʚ♡ɞ∙

∙ʚ♡ɞ∙

Yuta y Toge creían que su plan había salido de las mil maravillas. Ya casi a estas horas estaría Megumi yendo al sitio del encuentro y, dentro de poco, Inumaki le enviaría un mensaje a Itadori para que fuera a ese mismo lugar. Echados los dos en la cama de Okkotsu, cada uno jugando con su celular, celebraban que todo estaba bajo control, hasta que alguien llamó a la puerta de la habitación de Yuta.

Se miraron, extrañados, ¿Quién podría ser a estas horas?

Al abrir, Yuta vio en la oscuridad del pasillo la figura de dos féminas ¡eran Nobara y Maki! Qué cosa tan inusual...

—Hola, muchachas... ¿qu-

—¿ERES ESTÚPIDO O QUÉ, YUTA OKKOTSU? —Nobara y él no tenían mucho trato, si hubiese sido Maki la que le decía eso no habría tanto problema, pero que Kuguisaki le hablara así, sí lo shockeó— ¿POR QUÉ LE HACES REGALOS A FUSHIGURO? ¡Y TÚ! —gritó esta vez dirigiéndose a Toge— ¿NO TIENES EN LA CABEZA DOS NEURONAS QUE TE SIRVAN PARA DECIRLE A TU NOVIO QUE ESO ES MALA IDEA?

—¡¿Hojuelas de bonito?!

—Resulta que gracias a sus tonterías Yuuji y Megumi están peleados —explicó Maki con más calma—. No te sorprendas cuando venga aquí Itadori a sacarte la madre por regalarle peluches con flores a Megumi.

—Esa no era mi intención, yo solo-

—Sí, ya sabemos qué querías hacer, Yuta —Maki los conocía a los dos muy bien, no eran necesarias tantas explicaciones—. Ahora ve como lo arreglas.

Yuta salió corriendo a toda velocidad hasta la habitación de Itadori. Tocó la puerta y lo llamó por teléfono por algo de media hora, pero parecía que se lo había tragado la tierra. No estaba. Cuando regresó a su cuarto, Inumaki le dijo que él tampoco se logró comunicar con ninguno de los dos.

—Puede que los hayan llamado para una misión de último minuto... Le preguntaré a Gojo-sensei.

Toge se veía bastante apenado y eso rompió el corazoncito de Yuta, se suponía que hacían todo esto para que triunfara el amor, no para malos entendidos ni problemas. Mientras esperaba respuesta del profesor, lo abrazó, depositando un besito en su cabeza.

"Holaaaa, Yuta. Nop, no fueron llamados a ninguna misión. De hecho, hace poco vi a Megumi caminar hacia el jardín central. Creo que Itadori estaba yendo a ese mismo lugar también"

Así que después de todo, los dos fueron al sitio. Yuta le puso un abrigo a Toge, que le quedó enorme, para salir al frío de la noche y se fueron tomados de la mano también al jardín.

—Vamos, Toge, tenemos que hablar con ellos. 

Jugando a ser Cupido 💘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora