Kim Hana es una chica con problemas de ira que acosa a los estudiantes de su colegio solo por diversión hasta que conoce a Lee Suho quien la hace cambiar de idea.
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En clase de educación física los alumnos jugaban voleibol, chicos contra chicos, chicas contra chicas.
El juego de las chicas era amistoso y divertido mientras en el juego de chicos era una guerra entre Suho y Seojun hasta que Taehoon golpeó a Seojun haciéndolo perder.
Esté a regañadientes salió de la zona del juego mientras a Jookyung se le había ido la pelota.
Jookyung y Seojun tuvieron un enfrentamiento donde el chico intimidaba a la chica.
Los hermanos no pasaron de alto esto por lo que Minho tomó la pelota y se la lanzó a la cabeza a Seojun para que la dejara en paz.
— ¿Quién fue? — preguntó molesto Han.
— Fui yo — dijo Minho cruzándose de brazos acercándose a Han.
Jookyung se sintió asustada por lo que solo hizo una reverencia.
— prometo traerlo mañana — dijo Jookyung girándose tropezando con su propio pie.
— Dios... debes tener más estabilidad — soltó Hana mirando a Jookyung en el piso sin intención de ayudarla.
Suho se acercó pero solo pasó encima de Jookyung ignorándola, los hermanos se miraron y también pasaron por encima de ella alejándose de ahí.
Las amigas de Jookyung se acercaron ayudándola a levantarse e insultando a Lee y a los hermanos por no ayudarla.
Cosa que a los tres chicos les importó una mierda.
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La chica caminaba hacia Suho con el cómic en sus manos, ya era receso por lo que todos los alumnos se esparcían por el comedor.
Ella se acercó a él y se lo extendió.
— Acá está.
Suho lo tomó sin decir nada revisándolo.
— Te serví la comida, come — Hana no tenía hambre por lo que negó.
— Estoy bien así.
— ¿Tomaste tu medicamento? — Hana lo miró — el día que nos conocimos dijiste que tenías anemia, ¿tomaste tus medicamentos?
— Si, los tome — mintió.
— Entonces si te las tomaste, come.
Hana suspiró y se sentó a su lado comiendo en silencio lentamente mientras Suho leía el cómic.
los dos jóvenes comieron en silencio, Suho comía y leía mientras ella solo comía despacio y delicadamente.
Ruidos se escucharon desde el pasillo por lo que Hana se levantó y caminó hacia la puerta del comedor para mirar el revuelo.
