Kim Hana es una chica con problemas de ira que acosa a los estudiantes de su colegio solo por diversión hasta que conoce a Lee Suho quien la hace cambiar de idea.
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— Ah mugre escuincle, mujeriego — habló Hana abriendo la puerta de su hermano entrando a su habitación.
— ¿Ahora que? — preguntó su hermano frente a su computadora jugando videojuegos dejando sus audífonos en su cuello.
— ¿Te tragaste mi chocolate?
— No — habló chupando su pulgar que tenía chocolate derretido.
— Ash... maldito.
— Luego te compró otro.
— Más te vale, marrano.
Minho la miró mal pero se detuvo al ver el cuello de su hermana, se levantó de la cama y se acercó más.
— ¿Por qué te acercas así? — preguntó Hana nerviosa.
— ¿Qué tienes en el cuello?
— Me pegue con la puerta.
— ¿Y la puerta te succionó el cuello?
—... ¿si?
— Estúpida... ¿con quién follaste?
— No folle con nadie.
— ¿Y la confianza que nos tenemos?
— ¿Y mi privacidad?
Minho se quedó callado, ella tenía razón pero él solo quería saber con quién y si se cuidó.
— Solo dime si te cuidaste y con quien.
— Han Seojun.
Minho guardó silencio ante esa confesión, ¿por qué cogeria con su ex novio?
— ¿Se cuidaron?
— Acabó afuera... y me tome la pastilla del día siguiente.
Minho suspiró un poco más tranquilo pero miró el chupeton que tenía en su cuello.
— Deberías taparlo, si nuestros padres se enteran...
— No lo digas — detuvo — no lo quiero imaginar.
Minho asintió entendiéndolo.
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La popularidad de los hermanos subió como si eso fuera posible, ahora los maestros los trataban aún con las respeto al punto de casi regalarles las calificaciones.
Algo que a los hermanos les daba igual, no les interesaba en lo más mínimo, los profesores son los que tendrían problemas, no ellos.
Los hermanos eran intocables y desde hace semanas lo habían demostrado.
— Te extrañé, perra — habló Sara abrazando a Hana.
