Kim Hana es una chica con problemas de ira que acosa a los estudiantes de su colegio solo por diversión hasta que conoce a Lee Suho quien la hace cambiar de idea.
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— Traemos las mismas pijamas — río Sara por la coincidencia.
— Si, ya extrañaba, hacer una pijamada contigo — dijo Hana.
— Yo igual, te tengo una buena noticia.
— ¿Cuál? — se sentó en el sillón que estaba en la habitación de Hana siendo seguida por Sara.
— Entraré a tu escuela — Jack se subió al sillón y se recostó en las piernas de Hana mientras Dante estaba acostado en la alfombra.
— Eso es grandioso.
— Si, así podré conocer al famoso Lee suho a y quiero volver a ver al pobre de Han seojun... ¿aún usa esa estúpida motocicleta?
— Si, aún la usa.
— No te mereces a alguien que tenga carro, no moto, eso que.
— Pues cada quien, el dinero habla.
— Súper habla — las amigas rieron.
— Por cierto... Nunca me dijiste porque terminaste con Seojun, solo llegaste y me dijiste "Rompi con el" y no volví a sacar el tema, ¿por qué terminaron?
— Bueno... fueron varias cosas, la primera fue por los estándares, la segunda por mi padre y la tercera fue porque estábamos en una relación rara, muy extraña, nos aplastábamos el uno al otro pero también nos aferrábamos el uno al otro, peleábamos, follabamos, volvíamos a pelear, volvíamos a follar, y así sucesivamente, hasta que me harté y lo terminé.
— ¿Lo amabas?
— Lo deseaba, no lo amaba.
— ¿Osea como?
— Como un capricho, era algo que quería tener porque era algo fácil de tener, cuando lo tuve, me hartó y lo solté, solo que ahora somos ex novios con beneficios, follamos pero nada serio — Sara carcajeo.
— Eres una perra — Hana le lanzó un cogin — pero no te preocupes, me gustan los animales.
— Entonces no tendrás problema de conocer a mi anaconda de 24 centímetros — dijo Minho entrando a la habitación.
Sara rio y Hana miró con asco a su hermano.
— Hola, Minho — saludo Sara.
— Hola, Sara, solo pasaba y las escuché, quería pedirte el cargador, hermana.
— Dios, son ricos, ¿no puedes comprar uno nuevo? — Preguntó Sara.
— Si, pero se me acaba de dañar, compraré otro mañana — explicó Minho tomando el cargador.
— Agarralo, tengo uno de repuesto — dijo Hana.
— Bien, nos vemos — Minho salió del cuarto de su hermana menor.
