peligroso error

132 32 2
                                    


La situación no estaba nada bien, el cuerpo de Izuku estaba completamente lleno de sangre, golpes y semen, apenas respiraba.

— Ah maldición Deku, por favor no me hagas esto idiota he venido a rescatarte, no puedes morir aquí...—

Katsuki grito con fuerza, frustrado por no recibir ni siquiera un parpadeo del pecoso, olía demasiado a feromonas.

Se quito la capa que llevaba y con ella cubrió el pequeño cuerpo qué cada vez iba helando, todo esto estaba terriblemente mal, sus conocimientos básicos de atención médica solo se reducian a heridas de batalla  con personas aún conscientes e Izuku ni siquiera respiraba adecuadamente.

Sin mediar más palabras con los soldados que lo acompañaban corrió al caballo y con el omega en sus brazos cabalgo lo más rápido que pudo para volver al reino natal del herido. Izuku en breves instantes peleaba por recuperar la consciencia abriendo de manera forzada sus ojos y a pesar de ello la sangre que había cubierto su rostro solo le permitió ver la silueta qué llevaba en sus brazos.

— .... Q-quien... —

Apenas Murmuró antes de volver a desmayarse, ni siquiera Katsuki se percato de que había intentado hablar.

Apenas paso el umbral del castillo bajo gritando con fuerza con el menor en sus brazos.

— Deprisa!!! Llamen a los medicos!!! Deku esta en peligro!!! —

Los médicos reales corrieron a donde provenian los gritos del príncipe Katsuki, llevando una camilla y mantas, pero en cuanto vieron el cuerpo de su joven príncipe Izuku se halaron, paralizados que no poder creer el estado en el que se encontraba, parecía casi un cadáver la sangre se deslizaba por su frente y sus piernas mezclado con el color blanquecino de la semilla de sus abusadores, terriblemente dolidos tomaron el cuerpo de Izuku y lo colocaron en la camilla para llevarlo a su habitación con prisa, allí iniciaron por limpiar cada parte de su cuerpo mientras con sus poderes intentaban hacer que este recuperara la conciencia.

— No responde a la reanimación... El príncipe Izuku esta muy mal!... Rápido deben traer el elixir dorado! No podremos lograrlo si sus feromonas continúan así de descontroladas... —

Lleno de ira el medico principal exclamó. 

— ¿Maldición, cuanta droga le dieron?!...—

Eso llego a los oídos de Katsuki quien de inmediato recordó que su padre una vez ayudó a su madre con sus feromonas de un incidente parecido.

— Yo intentaré hacer que las feromonas se estabilicen!...—

De inmediato empezó a quitarse la parte superior de la ropa y se metió con Izuku en la cama liberando sus feromonas dominantes con aroma a cedro, eran tan intensas que incluso los médicos aun con mascarilla no podían permanecer de pie, era un aura pesada para cualquiera que estuviera en la habitacion, pero que para el pecoso solo fue una dosis de supresor natural, un alfa que encajaba a la perfección, que contrario a sentirse adolorido lo empezó a calmar, sin duda era una señal divina, apenas los medícos observaron que su príncipe empezaba a respirar de forma regular decidieron abandonar la habitacion, dejando a los jóvenes en la cama.

— Estarás bien pronto Deku... Yo voy a cuidarte, nadie te hará daño de nuevo nunca más... Perdóname por no rescatarte antes... —

Una vez que ambos quedaron solos en la habitacion Katsuki tomó la mano de Izuku y entrelazo sus dedos viendo cada golpe con preocupación, el pequeño omega que en cambio no había despertado para nada a pesar de tener ya una respiración estable, en ocasiones su cuerpo se tensaba y empezaba a liberar las feromonas de manera descontrolada debido al exceso de drogas que le aplicaban, en esos momentos Katsuki liberaba las suyas para intentar estabilizar el dolor del menor.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora