ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ IX

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La comodidad y tranquilidad del ambiente era muy nula en ese lugar, en todo ese sitio se escuchaba el molesto bullicio que el sujeto al frente suyo hacía, con sus inmensas charlar sin fin y sus estruendosas carcajadas socarrona hacían de la paz una completa guerra. El espacio es inmenso pero ni con todo eso pueden acallar esa chillante voz, se siente abrumado de tanta cháchara.

── Y así fue cómo ganaron en ese entonces. ── más y más risillas burlesca soltaba el narrador, contando a lujo de detalle aquel suceso anterior

── Satoru... ── la dulce e inocente mirada azulada se centro en sus orbes, el intercambio de miradas le dio un mal pesar por desear que esa boca se callará de una vez ── ¿Si?

── Tienes... ¿tienes alguna historia nueva que me quieras contar? ── era imposible, no nacía de su corazón llegar a ser tan cruel y despiadado con alguien cómo lo es el Omega, tan solo puede observar a un pequeño cachorro narrando le cuentos fantasiosos con toda la alegría y emoción del mundo

Lo pensó por algunos momentos, sosteniendo su mentón con una de sus manos ── Tengo una, puede sonar algo irreal pero es completamente cierta y te lo puedo asegurar. ── muy emocionado, llevo con orgullo el puño a su pecho demostrando cuán interesante sería esa historia

Se puso cómodo y suspiro suavemente, rendido ante los encantos infantiles que poseía su amigo, no había momento en que le pudiera negar todos aquellos deseos que poseía en mente. Satoru se expresaba cuál niño de cinco años frente a sus padres, puede percibir el cambio en su voz cada qué narra, cada que se expresa su rostro le transmite esa emoción, el brillo en sus ojos por cada momento de tensión le demuestra cuán buen actor puede llegar a ser Gojo, era un experto en todo sobretodo en transmitir desde el corazón.

Las fantasiosas historias contadas, terminaban sacando le siempre una sonrisa.

── Y fue así cómo salve a Cenicienta de las monstruosas garras del cazador. ── nuevamente, inventaba otra historia para pasar el rato entre risillas

── Creí que tú eras Cenicienta. ── con una mirada divertida y una burlesca sonrisa, se burlaba del parecido que podían tener

── ¿Qué? ¿Y quién iría a salvarme?

── No lo sé, ¿Nanami? O tu novio.

Gojo negó de manera rápida con su cabeza, formando un puchero en sus labios, no le había gustado para nada esa idea dicha por su amado él hubiera preferido otra respuesta mucho más interesante.

── Te quiero a ti, quiero que seas tú el príncipe que llegue a salvarme.

── Tonto. ── sin cautela, hizo brusco tacto sobre aquella cabeza ── Deja de bromear tanto.

── Pero Suguru, lo digo en serio ¿no irías a salvarme si yo fuera Cenicienta y tú mi príncipe?

── No.

La bella porcelana se humedece ante la suave lluvia de cristalinas gotas, con sus pómulos sutilmente rojizos creaba a pura imagen un trágico llanto, Satoru sollozo y renegó ante la fría respuesta, realmente quería ser consentido por ese guapo Alfa y sus actos lograron apaciguar y golpear duramente en el frágil corazón de Geto.

── S-satoru, l-lo siento, lo siento. Ya no llores más, era broma, yo si sería el príncipe que iría a rescatarte. ── muy preocupado y nervioso, abrazo al tembloroso y frágil Omega acunado aquel cuerpo en un cálido y reconfortante abrazo, sentía sus nervios a flor de piel pues nunca había visto a Satoru llorar

Diablos ¿que hago?

Sus movimientos se detuvieron en seco al oír la suave risa burlesca proveniente del chico entre sus brazos, con curiosidad y algo extrañado, bajo su mirada para encontrarse con una farsa. Satoru lo había engañado para beneficio propio, ser un excelente actor tenía sus provechos en ese escurridizo Omega que le veía con mucha burla y vanidad tras ganar en esa batalla, era un completo demonio.

── ¡Eres un idiota! Satoru.

── Lo siento Suguru, se me hacía muy tierno y linda tu manera de tratarme, no lo pude evitar. ── las burlas socarrona de ese chico le hicieron de él hervir su sangre, el único castigo que puedo darle fue un duro golpe sobre su cabeza, alborotado aquellos cabellos

El monarca chilló adolorido ante brusco tacto sobre su hermosa melena, acarició múltiples veces aquella zona antes de sonreir nuevamente con malicia, quería seguir con su festín, molestando a su mejor amigo Geto.

── Suguru~ ── el otro le ignoro ── Mírame~ Juguemos a algo ¿te parece bien?

── ¿Ahora que demonios quieres? No metas drogas en el juego.

── Pfff para nada, que mal me tachas. Solo jugaremos con licor, espero que puedas aguantar mucho alcohol.

── Juegas con fuego, Satoru. No es buena idea eso, mejor con otra cosa que no sea el alcohol. ── sugirió con mucha seriedad el Alfa, sabiendo que las consecuencias de aquel juego podían llegar a ser muy atroces

── Qué gallina, vamos, no me dejes a mi haciendo todo.

Ante toda jerarquía existe algo que nadie puede cambiar; el orgullo de un Alfa nadie puede tocar y golpear de el significaba una guerra.

── Tú ganas, te aseguro que serás el primero en caer, Toru.

── Así me gustas, Guru~

「⸙」

── Yo nunca, nunca e mirado mal a los demás.

El alcohol subía por sus venas, consumiendo sus arterias y mezclándose entre la densidad de sus sangre, no era consciente de las cosas que decían o hacían, ya estaban entre tantas rondas con su quintecima encima podían aguantar dos tragos más. Una pila de botellas vacías y un juego que ganar, tomando la delantera estaba por encima Suguru con dos botellas extra que Satoru no bebió, su resistencia era mucho mejor de lo que cualquiera podría imaginar.

── Yo nunca, nunca me hice perforaciones.

── Yo nunca, nunca e amado.

── Yo nunca, nunca e sido infiel.

── Yo nunca, nunca e... ── no estaba consciente de sus palabras mucho menos de lo que salía por su boca cómo en esa ocasión

── Demonios, déjame ayudarte entonces~

El licor se sentía más delicioso combinando ambos sabores, tocando y sintiendo la suavidad y calor del momento. Era mucho más espeso sentir aquel sabor entre sus labios, se fusionan tan bien que conducen a una adicción.

No puede ser...

¿Qué pasó ayer?

── ¿Qué pasó mi bro? ¿Por qué haces eso?

── Tengo mis razones, no me juzgues por favor.

── Bueno....

ᶠᵘⁿᵏᵉ ⸙ ʟɪᴇʙᴇ  「sᴜɢᴜsᴀᴛᴏ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora