ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ X

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Los rumores de la estrella con el príncipe cayeron de picada tras el tiempo en que salió a la luz la separación de ambos chicos, el dúo de amigos se había separado debido a la decisión del Alfa que decidió dejar a Satoru repentinamente. Luego de haber hecho sus última pijamada en casa del menor, el culpable al caos eran las copas de alcohol.

Los alegres y ruidosos días en su vida habían cesado por completo, la monotonía volvió a su vida y el vacío en su pecho se instalo por completo, cuán arrepentido se sentía en esos momentos pero ya era tarde, muy tarde para dar la vuelta y volver.

Un mes a pasado y sus tradicionales ciclos de celo se han disparado por completo, su Alfa se encuentra averiado no percibe olores, mucho menos aquel calor hacia otros, no puede volver a sentir aquella necesidad primitiva. No entiende.

Volver a ver cuerpos de Omegas no le provoca ni cosquillas, ni yendo a los clubes más eróticos puede despertar eso en él, es cómo si su Alfa le rechazará así mismo, luchando internamente por alguien que ya no se encuentra.

── Suguru, debes comer más, te veo más flaco. ── alentó muy preocupada Utahime, dejando frente al Alfa un delicioso platillo de comida

── No comprendo, no lo entiendo. Estoy confundido, Tahi. ── muy decaído permanecía con su rostro apegado a la mesa

── Suguru, aunque no me agrade ni a mi, ni a ti. Debes aceptar que te enamoraste de ese fastidioso idiota.

── Pero- ── la palabras de Iori le interrumpieron de inmediato

── Llevan dos o tres meses que se llevan comunicando, no seas tonto. Todou se enamoro en un día.

Ambos soltaron a reír al recordar aquel gracioso momento, cuando en una de sus giras Todou conoció a una hermosa chica idol, tan agradable y linda que flecho al instante al Beta, Aoi cayó en menos de un día tras cambiar de miradas y milagroso salió que terminó ganando.

── Me sorprende que Todou ande en citas con esa idol, siento que fue muy rápido pero me alegro que al fin consiguiera a alguien.

── Igual yo, no olvido su rostro de completo enamorado. Aoi ya creció, ya no es un niño.

Continuando con su conversación unas voces tras de ellos les llamo la atención, al girarse levemente a ver de muy curiosos se sorprendieron de ver a sus amiga Yuki acompañando a una muy reconocida celebridad.

── ¡Chicos! ── Yuki corrió hacia ellos con una bonita sonrisa ── Qué bueno verlos aquí, los andaba buscando; por cierto, alguien quiere conocerte, Suguru.

La pareja miró con mucha confusión a la rubia, no comprendieron del todo bien aquellas palabras que salieron por su boca, lo único qué lograron entender era la sentencia de muerte que Geto se busco.

── Tú debes de ser Suguru Geto. ── la desafiante y retadora mirada de la recién llegada, confundió e intimido al pobre nombrado

── Disculpe ¿y usted es..? ── sin nada de disimulo ni pizca de vergüenza, observo de arriba a abajo a la invitada de honor

── Es la princesa de Japón, Shoko Ieiri, ¿no es así? Utahime. ── Yuki bromeó con una sonrisa risueña

── S-si, digo ¿Quién no conocería a la princesa de Japón?

── Gracias, aunque en realidad no me gusta mucho ese titulo.

── Disculpe, ¿quién es usted? ¿princesa?

── No se preocupen, es normal. ── Ieiri de manera cortés ofreció su mano para ser estrechada, siendo aceptada al instante ── Soy hermanastra del príncipe Satoru Gojo, tras el matrimonio de los actuales reyes.

ᶠᵘⁿᵏᵉ ⸙ ʟɪᴇʙᴇ  「sᴜɢᴜsᴀᴛᴏ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora