capítulo 11

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Los artistas llegaron al hotel y comenzaron a reunirse en el vestíbulo, rodeados por un bullicio de maletas y conversaciones elevadas. En cuanto los administradores anunciaron que podían quedarse hasta cuatro personas por habitación, el caos estalló.

—¡Yo no pienso dormir con él! —gritó una cantante, señalando a su compañero de banda con el que evidentemente tenía un pleito sin resolver.

—¡Yo necesito mi espacio! ¡Ni hablar de compartir! —exclamó otra artista, agitando las manos dramáticamente.

Jiwoo, que ya veía venir el espectáculo, se adelantó con paso firme y una sonrisa tensa. Levantó las manos, pidiendo silencio.

—¡Cállense ya! —exclamó con autoridad, logrando un momento de silencio absoluto—. Dormirán con la persona con la que viajaron en el autobús. Punto.

En ese momento, Jiwoo dirigió una mirada directa y significativa hacia Felix y Hyunjin, quienes se miraron entre ellos, luego a Jiwoo, y de nuevo entre ellos, hasta que Jiwoo sonrió con una pizca de satisfacción.

Hyunjin se llevó la mano al pecho, fingiendo sorpresa.

—Esto se parece cada vez más a una mala comedia romántica —dijo, con una risita burlona—. Solo falta que haya una sola cama y ambos tengamos que dormir juntos.

Felix bufó, cruzándose de brazos.

—No te emociones, Ricitos de Oro. No tengo problema en dormir en el suelo si es necesario.

Hyunjin se rió entre dientes.

—Claro, ¿por qué no? Así podrías tener un poco de contacto con la naturaleza, ya sabes, conectarte con tu verdadera esencia, Peca-espacial.

Felix rodó los ojos, tratando de no reírse.

—Seguro, Flor del Desierto, y tú podrías usar la cama para practicar cómo ser menos dramático —respondió con una sonrisa sarcástica.

Hyunjin sonrió de vuelta, disfrutando el intercambio.

Mientras tanto, en el otro lado del vestíbulo, Chan, Jeongin, Seungmin y Changbin estaban juntos, asignados también a una habitación. Pero a diferencia de la tensión evidente entre Felix y Hyunjin, este grupo parecía incómodo de una forma mucho más... silenciosa.

Chan mantenía una sonrisa rígida, sus ojos alternando entre Seungmin y Changbin, como si estuviera evaluando cada mirada y gesto.

Seungmin, por su parte, se cruzó de brazos, mirando el suelo, claramente molesto por tener que compartir la habitación con Chan y la situación en general.

Jeongin observaba a Changbin de reojo, con el ceño ligeramente fruncido, como si estuviera intentando descifrar algo.

Changbin, en cambio, parecía despreocupado. Al ver el ambiente tenso, decidió romper el hielo.

—Oye, chicos, será divertido. Como una pijamada de secundaria, pero con menos videojuegos y más quejas, ¿no? —dijo, riendo con una sonrisa fácil.

Jeongin soltó un resoplido y murmuró:

—Claro, siempre tan optimista.

Chan apretó los labios, forzando una sonrisa.

—Sí, sí, genial... —murmuró, pero sus ojos seguían fijos en Seungmin, quien parecía más interesado en encontrar una salida por cualquier medio posible.

Minho, desde el otro lado del vestíbulo, vio la interacción con una sonrisa perezosa mientras sorbía su té frío, ahora aguado.

—Esto va a ser interesante… —comentó en voz baja.

Tras Bastidores || hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora