𝙈𝙄𝙉𝙀 (𝙎𝙐𝙉𝙅𝙀𝙊𝙉𝙂𝙕 𝙑𝙀𝙍)

V

—¿podrías quitar esa cara? —seunghan le dijo cuando sungchan se había ido al baño y solo se habían quedado ellos dos en un juego muy particular.

—disculpa, es la única que tengo.

—no sé por qué no te agrada sungchan, pero al menos pon una sonrisa para mi. —el mayor le picó una mejilla.

—trataré.

hong se lo quedó observando anticipando con la mirada tal gesto del menor, wonbin entornó sus ojos y dobló las esquinas de sus labios en una sonrisa demasiado falsa. aún así, el mayor tenía un especie de cariño muy especial por wonie, por lo que solo se limitó a sostenerle el rostro en sus manos y hacer soniditos como si el chico fuera un bebé.

y a wonbin le encantaba que lo mimen así.

—si sabes que estás arruinando tu imagen de chico malo hablando como un bobo, ¿no? —dijo wonbin quitando con gentileza las manos de seunghan.

—no me importa. —él elevó sus hombros. —eres lindo, y yo soy tu mejor amigo, debo darte todo mi amor si es posible.

—¿acaso empezarás a tratar de besarme como sohee? —park hizo una X con sus brazos frente a su pecho. —ni se te ocurra.

—probablemente.

—oh no, ¡seunghan, no! ¡detente!

pues era muy tarde, el mencionado enredó sus brazos en el cuerpo del menor mientras que intentaba de acercar sus labios a su mejilla. wonbin con toda la fuerza que sus manos le proporcionaban, las tenía en su pecho en un intento de alejarlo. pero la risa por parte de ambos lo debilitaba poco a poco.

un carraspeo de garganta hizo que se detuvieran, más seunghan no removió sus brazos de la cintura de wonbin.

—lamento interrumpir. —dice sungchan. después de salir del baño había ido a comprar, por lo que venía con las manos cargadas de refrescos.

—tranquilo, solo estaba mostrándole a este mocoso un par de cosas. —seunghan revolvió el cabello de park a pesar del gorro, este mofándose porque lo había desacomodado. —ya regreso.

cuando el mayor se desprendió y comenzó a caminar lejos, quizás al baño, wonbin no pudo sentirse más incómodo con la presencia de sungchan frente a él. ni siquiera lo miraba, en realidad, pero con solo saber que estaba allí le generaba cierto fastidio.

—¿puedo saber por qué siempre estás tan enojado conmigo? —el castaño preguntó en tan profundo silencio entre ambos, a pesar de las distintas melodías de las máquinas de juegos y la música ambigua del sitio en general.

—creí ser bastante obvio.

—¿solo porque escapamos?

—y no solo por eso. ¿si sabes que estaremos castigados la semana entrante? y si el profesor no está de buen humor, probablemente la siguiente a esa también. —wonbin, quien hace un rato reía a carcajadas, regresó a su expresión neutra e indiferente.

—oh vamos, wonbin, ¡es solo una semana! tal vez y podemos conocernos mejor.

—esa es la peor parte, estaré contigo y todavía no me siento para nada agradecido.

—no soy tan malo como piensas. —inquirió sonriendo. —estoy muy seguro de que te caeré bien y hasta incluso no podrás separarte de mi.

—¿acaso me harás brujería o algo por el estilo? —wonbin rió, sin mucha gracia. —no seas patético.

—más sano aún. —sungchan levantó las cejas. —te enamorarás de mí.

wonbin frunció las cejas, un gesto que desde que conoció a sungchan no dejaba de aparecer en su rostro, y entonces dijo: —eres, definitivamente, patético.

en la máquina en la cual se encontraban parados ameritaba el buen uso que wonbin iba a darle. preparó firmemente su puño y tomando una distancia prudente, cargó su cuerpo de fuerza y golpeó hacia la manopla haciendo que ésta caiga. los puntos se dispararon en el tablero e increíblemente había establecido un nuevo récord. sungchan quedó boquiabierto ante la cantidad de números que había alcanzado y esa victoriosa expresión en el rostro de wonbin.

—asegúrate tú de no enamorarte de mi.

nabi