XIII

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—¿¡a esto te referías a que te siga la corriente!? —wonbin le grita a sungchan, casi revoleándole lo que sea que tuviera a su alcance.

—¡te lo puedo explicar!

—¡no! —exclama. —¡no había razón para que me besaras frente a toda la escuela!

wonbin estaba furioso, tanto que había agarrado las pelotas que estaban guardadas en el canasto del armario de educación física (que quedaban debajo de las escaleras principales) y sin pensarlo comenzó a tirárselas a sungchan. obviamente, el mayor las esquivaba (no todas) mientras le decía que se calmara, pero quizás era mejor que se cansara ahora que tratar de hacerlo entrar en razón.

—¡park wonbin, basta! —sungchan endureció su tono de voz, sonando fuerte y demandante. el mencionado lo miró fijamente con una pelota a la altura de su cabeza, a punto de dar el mejor tiro de su vida. —solo baja eso y hablemos.

el pecho de won vibraba por la respiración errática, le había caído horrible que sungchan haya sido tan descuidado, porque ahora todos sabrían de ellos cuando tendrían que haber sido discretos con el plan.

—¿cuánto piensas que tardará en llegar el rumor a los oídos de kim?

—¿cuánto piensas que tardará en llegar el rumor a los oídos de seunghan y sohee?

—¿eso es lo que tanto te molesta?

—¡si! —deja caer la pelota a un lado, pisando el suelo en forma de rabieta. —se supone que esto quedaría entre tú y yo, dos personas. no tú, yo y ¡toda la puta manzana!

—wonbin, lo importante es que él lo sabrá y te dejará, dentro de lo que cabe, en paz.

—¿y qué tal si no?

sungchan exhaló bastante sonoro.

—confía en mí.

park mordió su labio inferior con fuerza, fruncía las cejas y creería no poder aguantarse tanto las palabras que tenía en la punta de su lengua.  sentía una presión en su pecho al retener las ganas de decirle millones de cosas en ese momento, que lo miraba con ojos inusualmente brillantes.

—te prometo que lo vamos a lograr. —volvió a decir sungchan, extendiendo su mano como así esperando que la tomara. wonbin prefería cortarse la misma con tal de no tocarlo. —mientras tanto, debemos seguir con esto.

won lo observó, alternando entre su diestra y el rostro que bajo la luz tenue de aquella lámpara lucía sereno, algo que no podía asimilar realmente.

finalmente, se rindió y la tomó. sungchan los sacó a ambos del cuarto y fue incómodo la manera en la que los alumnos los miraban. ¡y por supuesto! habían salido del armario, literalmente.

wonbin inhaló y exhaló un par de veces, lo suficiente para conservar la calma. no fue que a lo lejos vio acercarse a yerim, junto con sohee y seunghan. un calor se adueñó de sus mejillas y casi al instante se deshizo del agarre de jung. ¿qué tan baja era la probabilidad de que la tierra lo tragase?

—no-

—lo puedo-

—creer. —dijeron primero hee, luego yer y por último han. había sido excelente la forma rápida en la que complementaron sus palabras en una oración. —¿estoy alucinando o tuvimos éxito? —sohee se dirige a yerim.

—todavía me cuesta asimilarlo, cuando me escuchen gritando es porque caí en el mundo real. —la muchacha no paraba de sonreír.

—¿tuvieron éxito en qué? —pregunta wonbin.

𝙈𝙄𝙉𝙀       (𝙎𝙐𝙉𝙅𝙀𝙊𝙉𝙂𝙕 𝙑𝙀𝙍)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora