XXI

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un disparo acaparó hasta el más mínimo rincón del puerto y en un cuerpo impacta, haciéndolo temblequear y caer en los brazos de sungchan. el silencio que se instala luego de eso es insoportable, a pesar de las sirenas que le taladran los oídos mientras ve amedrentado las orbes de quién recibió la descarga por él.

soohyun baja el arma al notar una espalda y manos amarradas proteger al que tendría que haber sido su víctima. el objeto resbala de su posesión y balbucea palabras sin sentido en lo que sus pies retrocedían torpes de la escena.

—n-no... ㅡsungchan murmura abatido y se desmorona de rodillas al suelo con el cuerpo de aquel menor fanático del bálsamo labial a color, éste dejando caer cientos de lágrimas por esos luceros en lo que esboza una diminuta sonrisa. sus manos temblorosas se dirigieron a la mordaza que continuaba obstruyéndole el habla al menor, y él enseguida comenzó a toser.ㅡ¿¡por qué hiciste eso!? ¿¡estás loco?!

—ibas a recibirla p-por... ㅡwonbin hace una mueca de dolor al sentir una punzada en su cuerpo. ㅡpor mi, no sería justo.

en los dedos del castaño se desliza aquel líquido rojo el cual intenta detener al presionar la herida producida en su hombro. el corazón le bombea como loco en su pecho al no saber qué hacer.

—¡llamen una ambulancia! —grita sohee aterrizando junto a sungchan, con las manos temblando apenas tocando las piernas del adverso. —vas a estar bien, wonbin. solo no dejes de respirar.

—no fue del lado del corazón, hee, puedo hablar-

—¡y lo sigues haciendo de menos!

ese gesto del mayor era tan confuso en estos momentos, sus ojos irradiaban un brillo excepcional a la vez que los párpados se fueron cerrando y las cortinas de pestañas desprendieron las últimas lágrimas.

sungchan levanta la mirada tremendamente furioso y en su campo de visión solo está soohyun, paralizado y con la mirada perdida en la mancha de sangre plasmada en la ropa del menor. esto no podía dejarlo así, no puede simplemente quedarse ahí esperando a que lleguen las autoridades y él escape; por lo que le encarga a sohee cuidar a wonbin. pisa el suelo con fuerza entretanto prepara sus puños, causando que las venas en sus brazos resalten y las manos tomaran un color rojizo.

jung instantáneamente pierde los estribos y comienza a golpearlo, cegándose por completo en cuanto le da el primer puñetazo. soohyun se defiende sin embargo, devolviéndole unos cuántos también, no importándole en lo absoluto que, para él, sea solo un niño. para cuando sungchan se encuentra a horcajadas del hombre, magullando su rostro con la ira que estuvo conteniendo en su ser durante mucho tiempo; lo cazan de los brazos tirándolo hacia atrás, separándolo de la persona más retorcida y desagradable del mundo. sus nudillos ardían como el infierno, estaban cubiertos de una sangre que no sabía si era propia o provenía de soohyun. pero ni siquiera había llegado a darle todo lo que se merece.

la policía había llegado junto a los paramédicos haciendo que el puerto estuviese repleto de luces de repente, los camilleros llevaron a wonbin dentro del móvil y, en lo que metían a soohyun en la patrulla después de notar el arma cerca de él, sungchan y los demás montaron el jeep para seguir a la ambulancia hasta el hospital.

sungchan no podía explicar el malestar que su cuerpo estaba soportando, sentía que se desmayaría en cualquier momento en la repudiante espera de saber sobre wonbin.

se sentaba en las sillas de espera fuera de la sala de cirugías, se paraba, caminaba de lado a lado, suspiraba, limpiaba el sudor de sus manos en sus jeans; no encontraba la forma de parar.

—es la última vez que te digo que te quedes quieto o tú serás el próximo en acabar ahí. —amenaza eunseok ya con los nervios de punta. —él va a estar bien, pero tienes que ser paciente.

𝙈𝙄𝙉𝙀       (𝙎𝙐𝙉𝙅𝙀𝙊𝙉𝙂𝙕 𝙑𝙀𝙍)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora