Pearl Lennox.
El infierno es la recompensa más grande que el diablo te pueda ofrecer.
A veces ese infierno que el diablo te ofrece puede ser el paraíso, un paraíso que solo consiste en placer y los deseos más perversos de la humanidad.
— ¿Q-que haces aquí? — Miro a mi alrededor para darme cuenta de que la habitación se encuentra completamente oscura y solo podía significar una cosa. Había entrado en mi habitación en medio de la noche.
Hoy me había ido a dormir temprano, debido a la cita que tenía con Caín para el vestido de novia, él había decido acompañarme, lo cual había aceptado.
— vine por ti. Piccolo. — Sus pasos acercándose a la cama resuenan por la habitación. Retrocedí sobre la cama intentando escapar de él, cuando su mano agarra mi pierna y me arrastra hacia él.
— Suéltame. — Siseó intentando controlar mi voz, para no gritar en medio de la noche.
— ¿Qué diablos me has hecho? — ruge como el mismísimo diablo. — Mira, cómo tienes a mi polla, han solo por verte dormir. — Desvío la mirada hacia abajo y lo puedo ver.
— Suéltame. — Pataleo tratando de escapar, aunque es algo que no logró hacer. — ¡Suéltame, Alex!
— Abre las piernas farfalla. — Mi cuerpo se estremece al escuchar su petición tan perversa, petición que me ha hecho tantas veces.
— No. — Me negaba rotundamente a dejar que ese demonio volviera a tocarme.
— Abre las jodidas piernas. — gruñe enfurecido y separa mis piernas con facilidad, metiéndose entre ellos. — Vamos, piccolo siente. —Restriega su pene entre mis piernas. — Siente cómo tienes mi polla a punto de explotar. — Un jadeo involuntario me sale por los labios y puedo sentir cómo su miembro se hace más grande entre mis piernas.
— No… No puedes hacer eso. — Jadeó involuntariamente. — Caín… Tengo que verlo mañana para el vestido de novia. — Apenas escucha aquel nombre, me arranca la pijama que llevaba y baja el cierre de su pantalón, dejando su miembro a mi vista.
— No vuelvas a mencionar su nombre delante de mi farfalla, ni menos cuándo estoy a punto de follarte. —Una de sus manos se mantiene firme en mi cintura, mientras que la otra, arranca mi ropa interior, haciéndolo pedazos en tan solo un instante. — Te follaré tan duro que olvidarás tu cita con tu prometido. — Restriega su miembro en mi zona húmeda. — No lo olvides, eres mía, soy el primero que ha follado ese pequeño coño y eso no cambiará. — Gimo cuando se hunde en lo más profundo de mí. — Incluso casada, ese coño siempre será mío. — Vaivén, tras Vaivén, mi cuerpo va cayendo en el placer. — Jamás lo olvides.
— Aleksander. — Gimo y sus embestidas son más rápidas. Aprieta mis senos contra su mano, aplastándolos.
— Así es. — Sale de mi interior mirándome. —Gime mi jodido nombre como una perra piccolo.— toma mi cintura con ambos manos para volver a embestir con fuerza. — Para que todos sepan a quién tienes entre tus piernas. — Hundo mis uñas en su espalda mientras siento sus embestidas cada vez más duras. — Saca la lengua. — Demanda, perdida en el placer, sigo sus instrucciones y no dudo un segundo besándome, jugando con mi lengua como si se tratara del tango.
Ese hombre es el mismísimo demonio vestido con su traje de ángel. Desde que apareció todo se había comenzado a desmoronar.
Había caído en la trampa del diablo sin siquiera darme tiempo de retroceder, y me había convertido en algo que ni siquiera yo podía reconocer.
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Próximamente, viene el primer capítulo ♡(ӦvӦ。)
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La Obsesión Del Diablo [+18]
RomancePearl que fue adoptada desde que tenía quince años, fue educada especialmente para convertirse en la esposa del hijo de los amigos de sus padres adoptivos, para juntar el negocio familiar; Sin embargo con la aparición de su hermano jamás visto, aque...