Todos los días el señor demonio escapa de su matrimonio [𝓑𝓛]

✧C19 - Con mucho gusto moriría en tus manos✧

—¡Deja de decir tonterías! —gritó Chu Binghuan con dureza.

Hua Che no esperaba que la reacción de Chu Binghuan fuera tan fuerte. No estaba bromeando intencionalmente, pero realmente sentía que no se estaba comportando correctamente.

Hua Che lo animó, tratando de levantarle el ánimo: —Los médicos están acostumbrados a la vida y a la muerte; tú te acostumbrarás.

Chu Binghuan agarró la muñeca de Hua Che y colocó su mano en la frente de Hua Che.

—No me extraña que digas tonterías, tienes fiebre.

—Oh —aceptó Hua Che con alegría, sin tomarse en serio la fiebre. En cambio, instó, con mucha seriedad—: Date prisa, trae papel y bolígrafo. No tengo fuerzas para hacerlo yo solo. ¡Tendrás que escribir por mí!

Chu Binghuan no lo entendió: —¿Escribir qué?

Hua Che dijo solemnemente: —Escribir lo que te gusta y lo que no te gusta, ¡para dárselo a la futura dama que te ha sido destinada! Date prisa, date prisa, puede que lo olvide más tarde.

Chu Binghuan: —...

¡No quería discutir con un paciente delirante!

—¿Quién es el pirómano? —Chu Binghuan, que no quería seguir hablando de «su mujer destinada», cambió de tema, con voz baja y profunda—: ¿Lo viste?

—No. Pero... —Hua Che miró las nubes oscuras y rió misteriosamente—: Probablemente puedo adivinar quién es.

Chu Binghuan no preguntó más, la prioridad era la salud de Hua Che. Le recordó: —Relájate.

Hua Che sabía que Chu Binghuan quería explorar su esencia espiritual, por lo que no se resistió.

Explorar la esencia espiritual significaba que el practicante entraba en el mundo interior de la otra persona con su propio espíritu. Podía percibir el espíritu, la conciencia y la esencia central de la otra persona. Durante este proceso, el practicante podía lanzar maldiciones, extraer el espíritu de la otra persona, apoderarse de su esencia central o incluso intentar apoderarse de su cuerpo.

De la misma manera, el practicante se enfrentaba a riesgos. Por ejemplo, si la víctima se resistía, podía producirse una reacción violenta. Si el flujo de energía era demasiado fuerte, el practicante podía sufrir las consecuencias. Si no lograba extraer el espíritu de la otra persona, podía quedar atrapado en su mundo interior y su propio espíritu podía ser devorado.

Chu Binghuan, siendo cauteloso, entró en el mundo interior de Hua Che para asegurarse de que no hubiera sido maldecido con ninguna maldición oculta, después se sintió aliviado.

Cuando Chu Binghuan salió, encontró a Hua Che con los ojos cerrados, la cabeza inclinada hacia un lado, respirando pacíficamente y durmiendo.

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Hua Che no durmió bien. Experimentó muchos sueños, fragmentados y desconectados.

En un momento, estaba con Hua Mei'er, bordando bajo una lámpara. Sus habilidades de bordado eran excelentes; el loto que bordaba era vívido y puro, mientras que la flor del ciruelo florecía orgullosa, resistente e inmaculada. Mientras bordaba, le dijo al niño que estaba apoyado en sus rodillas: —Las flores favoritas de la madre son el loto y el ciruelo. Una persevera a través de las dificultades, de pie sola en el frío; la otra se levanta del barro sin manchas, elegante y pura, verdaderamente noble entre las flores.

—Che'er, tu nombre es como el loto, puro e inmaculado, libre de impurezas. Tu mentalidad debe ser tan vasta y libre como el cielo despejado, sin nubes oscuras ni lluvia triste, siempre gentil y clara.