𝐖𝐚𝐢𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐦𝐞 | 𝐃𝐢𝐞𝐠𝐨

Capítulo 7

Anoche caí muerta después de tanto llorar, despertar en la academia era raro, quería tener un día normal. Me desperté y no había nadie más que mamá y Pogo.
Fui directo a la cocina a buscar algo para comer y mamá ya estaba ahí, estaba cocinando sus famosos pancakes, de niños moríamos porque mamá nos hiciera pancakes en los tres tiempos, Diego siempre fue el niño de mamá y yo siempre fui la niña de papá, no me mal entiendan porque amo a Grace con cada parte de mí.

— Aquí tienes, cariño — dijo poniendo un plato de pancakes con caritas felices en la mesa del comedor, su voz me tranquilizaba.

— Gracias, mamá. ¿De casualidad no sabes dónde están todos? — le pregunté.

— Luther, Klaus y Cinco están buscando un ojo y Alison fue a buscar a Vanya. Me pidieron que te dijera que hoy habría reunión familiar, te escucharon llorar toda la noche y no quisieron despertarte temprano. — me dijo con una sonrisa.

¿Un ojo? ¿por qué soy la única en enterarme de las cosas en esta familia?

— ¿Mamá, puedo hacerte una pregunta? — dije mientras tragaba mi primer bocado.

— Claro, cielo ¿qué pasa? — me respondió Grace.

— ¿Recuerdas que pasó con Diego esos días que fui con Papá a una misión? —

— Diego...— alcanzó a decir mi madre antes de ser interrumpida por Pogo.

— Yo puedo responderle eso Joven Lilith — dijo pogo sentándose frente a mi en la mesa de la cocina.

— Diego estuvo semanas deprimido por su ausencia, creyó que su padre le haría algo malo, dejó de comer, dejó de entrenar, no salió de su habitación en días hasta que usted regresó, señorita —

— ¿Y que pasó cuándo me fui? — dije mientras comía.

— ¿Por qué no lo comprueba usted misma? — me dijo.

— ¿A qué te refieres? — dije limpiando mi boca con una servilleta.

— Sígueme — me dijo y obedecí.

Pogo me llevó a una habitación donde podían verse las cámaras de seguridad de la academia, toda mi infancia está documentada en este lugar, tomé un casete y lo reproduje.
Era un video con todos mis hermanos jugando por toda la casa. éramos felices y no lo sabíamos, definitivamente ser adulto es una mierda.

— Muchas gracias, Pogo. me subiste mucho el ánimo — dije abrazándolo.

— Pensé que ya había superado esa etapa de llorar por el Joven Diego — me dijo.

— No estaba llorando por Diego, Pogo — dije rodando los ojos.

— Su Padre se molestaría mucho si supiera que lloras por cuestiones del corazón —

— De todos soy la que más siente, no puedo evitarlo. — dije levantando ambos hombros.

— Te dejo tranquila, estaré en el jardín si se te ofrece algo — dijo tomando su bastón y saliendo de la habitación.

Estuve horas viendo videos de nuestra infancia, era como volver a esos momentos, incluso habían videos de los besos que me daba con Cinco en los pasillos donde según nadie nos veía, Papá es el ojo que todo lo ve.

Ya era hora de la reunión familiar y todos estábamos en el salón viendo un video donde aparece Grace envenenando a Papá.

— ¿En serio crees que Mamá le haría daño? — dijo Vanya.

— No has estado aquí en mucho tiempo, Vanya. Grace pudo haber cambiado. — le dijo Luther

— Si fue envenenado, figuraría en el informe forense, Luther — dijo Diego

— No necesito un informe forense cuando lo estoy viendo con mis propios ojos — habló el grandulón.

Luther y Diego comenzaron a discutir, Diego defendiendo a Grace y Luther convencido de que papá había sido envenenado por Grace y peleando por el estúpido monóculo.
Comencé a poner un poco más de atención a la conversación hasta que escuché algo horrible.

— ¿Espera, vamos a votar por apagar a mamá? ¿están locos?— dije molesta.

— Mamá no es una aspiradora que puedes apagar y guardar en el armario, Luther — dijo Diego apoyándome.

Al final la votación quedó inconclusa por la ausencia de cinco, todos comenzaron a irse del salón hasta que Diego me tomó del brazo y me llevó a la oficina de Papá.