Capítulo 10

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-Patch no logro sacarme su sonrisa de la cabeza y ya no sé qué hacer, Luther

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-Patch no logro sacarme su sonrisa de la cabeza y ya no sé qué hacer, Luther. Verla aquí y estar todos juntos como antes ha sido una tortura para mí, hay días en los que no quiero ni verla — dijo Diego mientras estaba atrás de él, es obvio que ni él ni Luther se dieron cuenta de mi presencia, pero esas pocas palabras fueron suficientes para que me diera la vuelta e irme de ese lugar, mientras caminaba tratando de encontrar una salida solo pensaba en cómo podía haber sido tan estúpida, como pude haber pensado que Diego seguía interesado en mi, obviamente ama a Patch, por la forma en la que habló de ella y como habló de mí "hay días en los que no quiero ni verla" y a mí se me aceleraba el corazón cada que lo tenía de frente, ¿por qué siempre tengo que dejar que mis emociones me afecten tanto? literalmente en unos días es el fin del mundo y yo estaba más concentrada en Diego que en ayudar a que el mundo no acabase, estaba muy claro lo que tenía que hacer ahora, ayudaré a mis hermanos y en cuanto todo pase volveré a irme lejos de aquí y mientras caminaba lo vi, sentado en una esquina de ese piso, ebrio, con las paredes de la bibliotecas rayadas y obviamente él lo había hecho y lo más bizarro de todo es que estaba abrazando la parte de arriba de un ¿maniquí? justo en ese momento apareció Luther atrás de mí junto con Diego.

— ¿Qué le pasó al pequeño pervertido? — dijo Diego.

— Creo que tuvo una noche muy movida con ese maniquí— dijo Luther y todos reimos ante el comentario.

Luther tomó a Cinco en sus brazos para llevarlo a casa, camino a ella decidimos que mejor nos quedaríamos en el lugar donde dormía Diego, para mi suerte hoy tendré que dormir en el mismo espacio que Diego y Cinco.

— Si me vomitas encima — dijo Luther mientras cargaba al pequeño ebrio.

— ¿sabes que es gracioso? Estoy en la pubertad otra vez. Me tomé hasta la última gota, eso es lo que haces cuando el mundo que amas se va al diablo... ¿Por qué tan serios? ¿Hay algo más que no sepa? — dijo el pequeño pervertido.

— Dos enmascarados atacaron la academia anoche — le respondió Luther.

— Te buscaban a ti, así que concéntrate — dijo Diego mientras seguíamos caminando.

— Hazel y Chacha — respondió medio ebrio.

— ¿Quienes? — dije.

— Odio los seudónimos — dijo Luther.

— Son los mejores, sacándome a mí, claro — dijo Cinco.

— ¿Mejores en qué? — pregunté.

— ¿Saben? Lilith siempre odiaba cuando bebía. decía que me ponía gruñón. —

— ¡Ey! — dijo Diego más gruñón de lo que se ponía Cinco cuando bebía.
— Necesito que te concentres. ¿Qué es lo que quieren esos ChaCha y Hazel? Queremos protegerte, Cinco — siguió.

𝐖𝐚𝐢𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐦𝐞 | 𝐃𝐢𝐞𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora