Capítulo 12

116 4 0
                                    

El amor de Mustafá por Efsun cada vez crecía, eso molestaba a Hümaşah, pero no reclamaba porque no quería que la consideren como Hürrem. Ignoraba el hecho de que Mustafá pasa tiempo con Efsun durante todas las noches, y se concentraba en las preparaciones del compromiso de ella y el príncipe.

Observó su vestido de compromiso lo mando a hacer especialmente para el día siguiente, quería lucir bella y deslumbrante ante cualquiera. Estaba tan emocionada que no pudo dormir bien, durante el día estuvo preparándose para la noche, que dará lugar la fiesta.

La sultana Mahidevran estuvo con ella, recomendando y ayudando a la sultana Hümaşah en su preparación. Con nervios, Hümaşah se dirigió a los aposentos de la Sultana Madre donde se realizaría la fiesta de compromiso.

—Hümaşah, que deslumbrante te ves. —Dijo la Madre Sultana mientras Hümaşah besada el dorso de su mano.— Allah os otorgue una vida juntos.

—Os deseo felicidad. —Dijo la Sultana Hatice.—

—Que Allah os de días felices. —Dijo la sultana Mahidevran feliz.— Siéntate a mi lado.

Hümaşah asintió, y se dirigió a saludar a Gülfem, después de haber saludado a la sultana Hürrem se sentó en el cojín que estaba cerca del cojín de Mahidevran.

—Mira a Hürrem, no se ve nada contenta. —Se burló Mahidevran agarrando las manos de Hümaşah.—

—Sultanas, —Dijo Aybike.— regresaré al Karen —donde vive Aybike—. El sultán me permitió ir, con la compañía de Bali Bey. —Compartió una mirada pícara con Hürrem.—

—Que bueno. Pero... ¿regresarás a visitarnos? —Preguntó Hümaşah un poco afligida.—

—Claro, sultana. La visitaré. —Dijo Aybike.—

—Sultana. —Dijo Sumbul aga dirigiéndose a la sultana Hatice.—

—¿Qué sucede? No necesito más problemas.

—Sultana, porfavor, escúcheme. Tengo buenas noticias para usted. —Dijo Sumbul.— Ibrahim paşha acaba de llegar al palacio y asistió a la fiesta de compromiso.

—Le dije que regresaría. No puede vivir sin usted. —Dijo Gülfem feliz.—

—Alabado sea Allah.

—Madre, iré a ver mi esposo, no lo veo hace mucho. —Dijo Hatice desesperada.—

—Ve, hija, ve. —Dijo la Madre Sultana feliz al ver como su hija volvía a sonreír.—

La sultana Mahidevran, Gülfem, la Sultana Madre y Hümaşah se sumergieron en una plática, mientras Hürrem y Aybike susurraban entre ellas.

—¡Atención, el Sultán Suleiman!

—Hümaşah, los felicito, y que tengan una vida feliz y plena. —Dijo el sultán poniendo una corona de rubíes en la cabeza de la sultana Hümaşah.—

—Se lo agradezco, su Majestad. —Dijo Hümaşah besando el dorso de la mano del sultán.—

El sultán se fue de los aposentos de la Sultana Madre, y luego de un tiempo llegó Sumbul para decirle a la Madre Sultana que el Sultán requería de su presencia.

Hümaşah estaba muy feliz por la fiesta de compromiso, al fin dio un paso, solo faltaba la boda para estar unida al príncipe.

—¡Atención, su alteza, el príncipe Mustafá!

El príncipe llegó hasta quedar enfrente de la sultana Hatice y besó el dorso de su mano, e hizo lo mismo con la sultana Mahidevran.

—¿Hümaşah? —Dijo el príncipe pidiendo permiso para colocarle un collar de oro y esmeraldas. Hümaşah asintió con una sonrisa radiante, moviendo a un lado su cabellera rubia, y Mustafá colocó con cuidado el collar.— Ahora puedo decir, felicidades.

Hümaşah Sultan -El Sultán Suleiman-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora