Capítulo 5

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En un soleado día de verano, Beatrice cabalgaba por un hermoso y ancho camino arbolado; el semental pura sangre que montaba avanzaba con paso firme, haciendo que su larga melena oscura ondeara con elegancia junto al viento. Los rayos del sol se filtraban a través de las hojas, creando una escena de calma. Beatrice, su rostro iluminado por una sonrisa de satisfacción, disfrutaba del momento, sintiendo la suave brisa y el aroma de flores silvestres en el aire.
A gran velocidad, pasó al lado de una carreta. Si hubiera mirado a un lado, posiblemente hubiera visto una cabellera rubia que iba a cambiar su día.

     
[...]

Por otro lado, la pequeña rubia o mejor conocida como Candy estaba sentada en la carreta junto a Tom y su padre, el señor Steve. El trayecto estaba siendo bastante cómodo, ya que Tom estaba hablando de manera alegre y desenfadada con Candy; el señor Steve escuchaba con atención manejando la carreta.



"Debiste haber sido adoptada por un granjero Candy". — Tom le mencionó —"¿Por qué?". —preguntó, la curiosidad y sorpresa se me reflejaba en el rostro y voz. — "Crees que visitar a Annie puede ser una diversión para nosotros". — Se podía percibir la ironía en lo dicho por Tom. El ambiente se estaba tornando verdaderamente incómodo.



En un intento por aliviar la incomodidad, aplaudo con rapidez y le digo a Tom. —"En cuanto a mí, siempre serás bienvenido, es fácil ubicar a los Leagan en Zomb". — El señor Steve no pudo evitar exclamar —"¡Los Leagan en Zomb!". — Me sorprendí por un momento. —"¿Los conoce?". — Lo miró expectante, esperando su respuesta.




"De nombre solamente".— Responde el señor Steve, asiento saciando curiosidad y me giró a mirar el paisaje dando por concluida la conversación. Tal vez si hubiera mirado el rostro del señor Steve, habría notado la preocupación pintada en su rostro.



A la pequeña rubia le esperaba una gran ola de problemas, pero no estará sola para poder vencerlos.

[...]

Beatrice llegó trotando a la mansión, y notó a su padre saliendo del coche de caballos. Ella descendió con gracia de su semental de pura sangre y le dio las riendas del caballo al mozo de cuadra. Luego se acercó a su padre, y le dio un abrazo y un beso en la mejilla de manera afectuosa.


"Hola papá", . —dije con una sonrisa. —"Has regresado muy pronto de tu viaje, ¿alguna razón en especial?".— Papá me escuchó y acarició su bigote. —"No, pero me encantaría saber el porqué estás cabalgando tan tarde". — Me cuestiona, cambiando el tema y posando su mano en mi cabeza para empezar a caminar hacia la mansión.


El aire del atardecer era fresco y la luz de las lámparas de gas se reflejaba en los adoquines del camino.


"Papá, Tirano ha estado encerrado desde que volvimos y desde que estaba enferma, necesitaba desesperadamente salir a correr para estar en forma".— Le explicó avanzando por el vestíbulo, había demasiado silencio cabe recalcar. . —"Bueno, Beatrice esa no es razón para que regreses tan tarde, quieres ver a tu madre histérica".— Es verdad, esa señora lo que tiene de noble lo tiene de intensa, asiento ante sus palabras con una mueca en el rostro.



« Donde estarán todos, este silencio es inquietante. »



"¡Cómo te atreves a hablarme así Candy!".— El grito de Mamá se escuchó hasta aquí, miro a mi Papá sorprendido y le devuelvo la mirada, parece que olvide ese pequeño detalle.



Caminaba con rapidez hacia el salón acompañado de padre, ambos escuchamos el gritode Mamá y mi rostro se tiñó de sorpresa. Al llegar a la puerta del salón, me detuve y se quitó los guantes de las manos, preparándome para lo que estaba por venir.


En el salón, Candy estaba parada frente a la señora Leagan, mientras que Neil y Elisa estaban cerca. Elisa miró con burla a Candy, mientras que la señora Leagan estaba visiblemente molesta.



« Así que era hoy. »



"Un momento".— Interrumpe Papa la discusión, mientras entra al salón conmigo detrás de él. —"¿Tu eres Candy, verdad?".— Ella asiente y responde un suave sí, su mirada se posa en mi puedo notar que me mirada confundida y con curiosidad, pero en ningún momento hablo. —"Estás preocupada".— Afirma mi Padre a Mama quien no duda en expresar su inconformidad. —"Esta situación se ha planteado por tu capricho".— Parece que alguien está en problemas me burlo.


—"Papito, Candy es mala conmigo".— La mezquita muerte de Elisa no duda en deleitarnos con sus humildes opiniones.



« Por qué no echarle leña al fuego, es más linda en persona. »



—"Oh, ¿lo fue?" . — digo con frialdad, dándome la vuelta para mirar a Elisa con una sonrisa enigmática. —"Y dime, Elisa, no es acaso verdad que a menudo eres bastante maleducada con los demás? Especialmente con los sirvientes, me pregunto que te pudo haber hecho esta señorita". — cuando hablé Elisa no volvió a intentar hablar, pero me lanzó una mirada cargada de odio la cual respondí mirándola desafiante.



Nadie se esperaba ese comentario mío, papá me miró divertido, pero mamá frunció el ceño descontenta, Candy me miró con agradecimiento.



"Estoy avergonzado de ella". — Y como Neil no tiene nada mejor que hacer con su vida, —"¿En serio Neil?, serás el líder de los Leagan". — Padre comenta con sarcasmo e ironía y murmura un papito a cambio... —"Adopté a Candy pensando que ustedes que no conocen los problemas necesitan una amiga como ella, tan fuerte como la hierba".


—"Usted es más inteligente de lo que esperaba". — A mí me parece que Candy no entiende en la situación en que se encuentra; mira que hacer ese comentario.—"Mide tus palabras", . —dijo mamá.—"No te preocupes, y dime a Niel ¿qué hizo ella?". —Le preguntó papa, lo observó un minuto, sabiendo que a este señor mañoso ni siquiera le interesaba qué pasó. —"Yo perseguía un gato, el gato tocó a Dorothy, Dorothy se asustó y rodó por la escalera". — Y como César, Neil se lavó las manos. —"Lo hiciste a propósito". —Discutió Candy.



«Sinceramente Candy, tesoro, no te estás ayudando a nada. La  Verdad no me gusta esta parte de la historia.»



—"Después de todo, fue Dorothy quien se lastimó, ¿no es cierto?". — Afirma mamá, mirando a Dorothy fijamente, esperando una respuesta rápida, pero será que no nota esta mujer que Dorothy parece que se va a desmayar de miedo. —"S-señora". — Ya me quiero ir; papá se puso impaciente. —"Olvidemoslo, pronto tendremos mucho de qué hablar, una visita nos espera". — Dice con simpleza, como que aquí casi no se comete un homicidio; lo veo con incredulidad como todos en la habitación cuando sale con rapidez.



«Este señor fumó el tabaco equivocado, que espere, me quiero ir con él, yo no vi ninguna visita con él, ¿quién será? »

La pequeña Leagan | Candy CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora