capítulo 8

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                   Atenea

Llegamos a su mansión y debo decir que quede bastante cautivada con la vista.

Si por fuera era así de magnífica, por qué tengo que admitirlo, la fachada era hermosa, un césped verdecito y muy bien cuidado, si por fuera era así no me quiero imaginar como será por dentro.

Salí de mi asombro al sentir la mano de Demian en la parte baja de mi espalda, me deje guiar por él,hacia el interior de la mansión, sentí su tacto y otra vez paso por todo mi cuerpo esa ya tan conocida corriente, me preguntó si Demian también la sentirá cuando me toca, esa corriente solo la siento con él y eso no es normal.

Entramos y que fascinada con la vista, como lo supuse, por dentro era mas hermosa que por fuera, salí de mi trance cuando escuché la voz de una mujer mayor, era muy hermosa, cabello castaño claro y se podía apreciar que tenía algunas canas, piel clara, ojos cafés con algunas arrugas alrededor y media como 1.60, no parecía ser la madre de demian, no tenia ningun parecido con él

— bienvenido mi niño, quien es esta hermosa señorita— pregunto con un tono amable y mirada cálida. Si, definitivamente no es la madre, es muy linda y amable para compartir sangre con el amargada este

— hola nana — Demian se acercó a ella y le dió un beso en la frente seguido de un abrazo — Nana te presento a Atenea. Mi esposa y Atenea esta hermosa mujer que vez aqui es victoria, mi nana

Ahhh es su nana, yo sabía, es muy linda para tener parentesco con este

— Que esposa, cuando pensabas contarme que te casastes y cuando te casastes — dijo una cuarta voz que provenía de las escaleras, fijamos nuestra mirada alli y oh sorpresa era la Barbie, bajaba las escaleras con una furia y odio en su mirada.

— Nana puedes enseñarle a mi esposa nuestra habitación — dijo Demian mientras miraba a... Amanda es que se llama la Barbie está, da igual como se llame.

— Cuál sería esa habitación mi niño. — pero que mujer tan linda, pareciera que esta acostumbrada a los escandalos porque no se sorprendió ni un poco con la actitud de la Barbie

— Mi cuarto nana — respondió Demian fijando su mirada en mi con un poco de malicia. Ni crea que me va a tocar, primero le cortó la mano antes de que eso pase.

— Sígame señora — dijo calmada la linda mujer

  Seguí a victoria hacia el piso de arriba, está mansión es muy grande espero no perderme, y mientras subíamos las escaleras pude escuchar a la Barbie reclamándole a Demian.

— No te preocupes mi niña, Amanda ladra pero no muerde, solo está molesta porque Demian no la ve más que como amiga.

— Bueno ni tan amiga porque muchas veces se la a de haber comido— pensé que lo había dicho en mi mente, pero no la y tú si escucho porque se formo una tenue sonrisa en su rostro

— No estés celosa mi niña, no te voy a negar que ella y Demian deben tener su cuento, pero ahora que tú estás aquí confío en que le sabrás poner un alto a Amanda, la señora victoria me dio un recorrido por la mansion mientras me explicaba donde quedaba todo.

  Llegamos a la habitación de Demian y la señora victoria me abre la puerta y me dice que entre, doy vuelta a mi alrededor admirando la habitación, puedo ver que tiene dos puertas, sin contar por donde entramos, abro la primera puerta y observo que es un armario, tiene muchos trajes y zapatos además de corbatas, menos mal que tengo poca ropa, me dirijo a la segunda puerta y puedo apreciar que es el baño, hay una tina y otras cosas mas, siempre he querido ducharme en una tina dicen que es muy relajante, tal vez no sea tan malo vivir aquí después de todo

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