capítulo 13

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        Atenea

El fin de semana llegó más rápido de lo esperado, estaba nerviosa por conocer a los padres de Demian. La noche anterior no pude pegar un ojo de lo nerviosa que estaba.

Demian aún dormía cuando me levanté, fui al baño he hize mis necesidades para luego tomar una ducha con agua caliente para relajarme.

Dure casi 20 minutos duchandome, se que no debo malgastar agua pero estoy muy nerviosa y realmente no tengo muchas ganas de ir, pero en algún momento estoy tiene que pasar, salgo de la ducha y cepillo mis dientes y después salgo del baño, Demian aún duerme, o eso parece.

Con la confianza de que no me verá, me quito la toalla quedando desnuda y me coloco crema corporal, busco en una de las gavetas mi ropa interior, escojo un conjunto de encaje blanco y procedo a buscar la ropa luego de ponerme la ropa interior, me decido por un vestido blanco de manga corta y  5 dedos arriba de las rodillas,  con unos tacones del mismos color.

Me siento en la peinadora para  aplicarme mi crema de peinar para desenredar mi cabello y definir mis rizos y dejarlos sueltos, no me hecho mucho maquillaje ya que no me gusta  el maquillaje, solo rimer, rubor y un pintalabios que hagan ver mis labios con brillo.

Al levantarme para despertar a Demian, veo que ya está despierto y sentado en la cama todavía con la sabana puesta hasta la cintura, mirándome como si quisiera comerme.

— Buenos días Demian, cuánto llevas despierto — pregunto con una ceja alzada y brazos cruzados. Por favor que no me diga lo que estoy pensando.

— Desde que salistes del baño — si, definitivamente si era lo que pense, el si vergüenza este se hizo el dormido y me vio desnuda. De paso tiene una sonrisa en la cara. — cuando te Hiba a decir que te veías hermosa recién levantada te quitaste  la toalla y pues me dejastes en blanco, Dios Atenea eres hermosa no sabes las ganas que tengo de undirme en tu interior.

Dijo todo eso sin quitar su sonrisa, se levantó y camino hacia mi, se quedo solo a centimetro de mi.

— Demian comportate, pareces un necesitado, no te da pena hablarme así. — digo dando unos pasos hacia atrás para alejarme de el.

— Y porque debería de tener pena con Mi esposa, además se que me deseas como yo a ti. — Dijo dando unos pasos hacia adelante para volver a quedar a centímetros de mi.

Este que cree que por unas palabras ya le voy a abrir las piernas, pues no aunque exitada si estoy.

— Si puede que te desee pero adivina, no me tendras y porque no me tendras. Simplemente porque yo no le voy a abrir mis piernas a un mujeriego como tú que cree que las mujeres solo son para la satisfacción, en pocas palabras yo soy mucha mujer para ti. — digo dándole la espalda y caminando a la puerta para salir.

Antes de salir el me detiene con su comentario

— Entiendo que pienses así, me lo merezco pero algo si te digo Atenea. Tu no eres cualquier mujer, eres mi mujer y voy a hacer que te enamores de mi como yo lo estoy haciendo de ti, y cuando eso pase serás tu la que me pida que te folle.

  Quedé en shock por unos minutos, siempre tengo algo que contestar pero está vez no, ese momento que estuve ida, el aprovecho para acercarse y besarme, me acorraló contra la puerta y me beso, primero los labios, de una forma necesitada luego el cuello y así fue escalando hasta llegar al lobulo de mi oreja para después chuparlo. Solté un gemido de lo exitada que estaba, el cual él callo volviendo a besar mis labios.

Me besaba con pasión y hambre, me tenía sujeta por las caderas con una mano y la otra la tenía en mi cabello para evitar que me apartará, lo que el no sabía es que no quería  apartarme,  lo tenia sujeto de la nuca con una mano y la otra estaba en su espalda.

— Dios bonita mira como me tienes — Demian tomo mi mano y la llevo a su entrepierna, al tocar su pene que estaba muy duro me dí cuenta que solo llevaba unos boxers. En que momento se quitó la ropa para dormir.

Abrí mis ojos para darme cuenta de que Demian no llevaba nada y lleve mi vista a su cuerpo.

Torso marcado, brazos grandes y se le notaban las venas, piernas grandes y marcadas. Fui subiendo mi vista y al llegar a sus ojos, ví que el tenía una sonrisa, idiota.

Seguro se dió cuenta que lo estuve escaneado — bonita si quieres tocarme hazlo, soy tu esposo, tuyo.

Al escuchar eso algo dentro de mi se encendió, me acerque  a sus labios, lo bese con deseo, quería que el sintiera que lo deseaba, para mí desgracia nos separamos por culpa de nuestros pulmones, estúpido oxígeno.

  — Demian iré a hacer a ayudar a victoria con el desayuno —  lo aparte salí huyendo pero igual escuché la risa de demian, Demian me provoca muchas cosas, y no se si eso es bueno o malo.

Al llegar a la cocina no veo a Vicky por ningún lado, decido hacer yo el desayuno y busco en la despensa. Encuentro harina de trigo, huevo y leche, claro también hay otras cosas pero me provocó hacer panqueques.

En mi país se le dicen panquecas, no hay mucha diferencia. Cuando Demian baja ya tengo todo listo, le sirvo sus panqueques con unas fresas encima y  su café, me he dado cuenta que le gusta sin azúcar. Demian me ve con asombro seguramente peso que no se cocinar, Vicky entra a la cocina y me ve también con asombro yo le sirvo a ella tambien solo que para ella y para mí sirvo jugo de naranja.

— Buenos días Nana siéntate, prepare el desayuno espero que no te moleste— digo sentandome frente a Demian.

Nona se sienta y prueba mi comida, la mira esperando su reacción, ella solo sonríe

— Te quedó muy rico Atenea, cada día me caes mejor. Demian no lo arruines — Nona lo miro con seriedad luego de decir eso.

— Claro que no Nona, ni loco dejo a esta mujer tan valiosa. — dijo mientras me miraba una una media sonrisa, yo solo me sonrojo y sigo comiendo.

— Que bueno hijo y que harán hoy

— Mi madre se enteró que me case y quiere conocer a Atenea, nos invitó a almorzar con ella hoy

— Oh Demian no creo que sea buena idea, sabes que tú mamá solo quiere a amanda— dijo Nona preocupada.

— Lo se Nona esto en algún momento tenía que pasar. Pero no te preocupes. No dejaré que aleje a tenea de mi, ella es mía y eso mi madre lo tiene que entender y si no. pues que se joda.

— Lenguaje Demian, estás frente a dos damas

— Si escucharás las grosería que dice Andrés te desmayas — dijo Demian con diversión. Pobre Andrés

— Así es la cosa deja que venga a los dos les lavo la boca con cloro para que no hablen mal.

La mañana paso así Demian diciendo una que otra mala palabra y la Nona reprendiendolo, le estaba enseñando las palabras que ha aprendido de andres y la nona solo se escandalizaba. Pobre Andrés la que le espera al terminar de comer Nona recoge los platos mientras que Demian y yo nos íbamos.



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