En el primer día de la semana, Lunes, Columbia iba en dirección a los sanitarios por culpa de su período menstrual. Desgraciadamente le vino en este día tan espantoso y estresante, ya que se aproximaba una tormenta con mucho frío según los pronósticos.
Dentro del baño, se encontró a sus exs amigas y a otras empresas femeninas, pero no les dio importancia y se entró a uno de los sanitarios para cambiar sus toallas higiénicas. En su interior, sentía una inmensa ira por el periodo (Todas las mujeres lo odian), aparte de que le dolían horriblemente los ovarios y por eso también sufría cólicos.
Luego de acomodar su ropa interior y sus incomodidades menstruales, salió del baño e iba de camino a su oficina nuevamente para continuar trabajando sola... A pesar de que Paramount ya no trabajaba con ella por órdenes de Holdings. No obstante, luego de lo sucedido en la semana pasada, ahora ambos eran amigos y dejaron su odio atrás.
Mientras caminaba por los largos pasillos del piso 6, algo la dejó petrificada de miedo cuando lo vio... Delante de ella venía Blumhouse; ese bastardo que la amenazó con una navaja y que sigue caminando como si nada. No sabía que hacer en este momento... ¿Gritar? ¿Llorar? ¿Huir? ¿Seguir? ¡¿Qué podría hacer?!
Blumhouse se iba aproximando a ella y de inmediato él sonrió malicioso. Columbia detectó su maldad a través de sus ojos y esa sonrisa horrenda que la dejaba temblando de miedo. Cuando él se acercó lo suficiente como para pasar a su lado, repentinamente la detuvo con la mano en su hombro. En ese instante, Columbia no sabía ni que decir o hacer y sólo se quedó parada como estatua, esperando una respuesta de ése infeliz
—Vaya, Columbia, hace días que no me cruzaba contigo eh— comentó con un gesto sarcástico que reflejaba su enojo sin que ella lo notara por ahora
—A-ah... No...— respondió temblando y sudando de los nervios y del temor
—Mmm... ¿Y recuerdas lo qué te dije la última vez que nos vimos, muñeca?—
Gracias a los nervios, Columbia respondió con las palabras equivocadas e invertidas.
—N-no...— dijo, mintiendo torpemente. Blumhouse frunció el ceño y rasguñó el hombro de ella con sus uñas y luego la acorraló contra la pared del pasillo vacío para amenazarla nuevamente con la navaja en el cuello
—¿Te parece gracioso, estúpida? ¡Repite lo que te ordené hacer durante tres días! ¡Dilo o te corto la garganta!—
—¡Divorciarme de Sony!— respondió con un grito ahogado y la voz quebrada debido a las lágrimas que brotaban de sus ojos
—Bien, bien... Buena chica...— expresó calmado y retiró la navaja de su cuello, aunque no se alejó del todo de ella y siguió con su tono molesto y amenazante —Quiero que hoy mismo te divorcies de Sony, ¿Me oíste? Sí descubro que aún no lo has hecho... Entonces te mataré... ¡Así de simple!—
Ella tragó saliva de tan sólo escuchar su última amenaza y se encogió de hombros, tratando de calmar sus lágrimas que seguían saliendo en el proceso
—Y tú... ¿No te has puesto a pensar que eso empeoraría las cosas...?— Giró la cabeza para desviar la mirada de él un momento
—¿Mmm?— Levantó una ceja —¿A qué quieres llegar, estúpida?—
—E-en primer lugar... Tú te meterías en graves problemas si el mundo se entera que desaparecí por haber muerto a manos de ti. Y en segundo lugar, si tu objetivo es hacer sentir mejor a Sony por mi separación definitiva, ¿No crees que se sentirá peor? Sabes perfectamente que él sigue amándome, y si le digo que quiero divorciarme, llorará por mí para toda una eternidad. Lo conozco perfectamente y sé que es capaz de ponerse así—
Blumhouse se quedó callado unos minutos pensando... No había pensado bien ese concepto. Sin embargo, no se dejó perder en la discusión y respondió con enojo
—Para empezar, ¡Me encargaría de esconder todas mis huellas respecto a ti! Y respecto a Sony, él dejará de sufrir por ti gracias a mis encantos como "amigo". Una egoísta mandona sin amigos como tú no lo entendería—
Lo último fue un golpe bajo para Columbia, debido a que él tenía razón en ese dato. Había perdido a sus amigas y todavía se sentía sola, pero esta vez, no se dejaría intimidar tan fácilmente por Blumhouse
—Tienes razón... Pero al menos, ¿Has pensado en mis hijos con Sony? Ellos se pondrían tristes si se enteran de mi divorcio con su padre—
—Tch, mentirosa. Tienes un hijo que te odia y una hija que le importa un carajo tu separación. Eso quiere decir que no habrá inconvenientes si tú y Sony se divorcían...— El mayor volvió a levantar su navaja e hirió a Columbia en su hombro izquierdo, causándole un tajo hasta hacerla sangrar
—¡AHHH!— Gritó de dolor y rápidamente se cubrió la herida con su mano para intentar frenar la hemorragia
—¡Así que no trates de engañarme, perra! Nada me distraerá de mis planes. De todos modos tú ya no amas a Sony, y por ende, ¡Ya no habrá problema si lo dejas de una maldita vez!—
—¡Está bien, psicópata de mierda! ¡Hoy me divorciaré de Sony! Pero... Durante toda esta conversación, creo que has olvidado algo importante...—
—¿Qué?— Arqueó una ceja aún estando con el ceño fruncido
—Las cámaras— Mencionó ella con seriedad y señaló las dos camaras que apuntaban a la salida del baño de mujeres y al pasillo en el que estaban ahora mismo. No obstante, Blumhouse sólo sonrió y habló calmado
—Oh, ¿Y qué?— No podía creer que él le hablará con tanta tranquilidad luego de amenazarla —¿Crees qué soy tan idiota cómo para no darme cuenta?— bufó aguantando la gracia y sacó unas pequeñas pinzas de sus bolsillos del pantalón; dando a entender que había averiado las cámaras a propósito para que no los vieran
—I-imposible... ¿En qué momento...?— expresaba atónita por ese acto de astucia
—Soy conocido por ser un máster con la umbraquinesis. Ninguna jodida cámara se interpone en mi camino— Levantó su mano y le dio una bofetada hasta que ella cayó al piso con la mejilla rojiza y su herida aún presente en su hombro —¡Ahora vete de aquí y cumple mi orden! ¡Ve a pedir el puto divorcio, perra!— exclamó furioso de un pisotón que resonó en el eco del solitario pasillo. Aparte de que las luces comenzaban a fallar por su poder umbraquinético.
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El amor con mi desamor [°Companyhumans°]
RomansaTodas las compañías trabajan con sus propias películas. El problema radica cuando los rivales deberán colaborar entre ellos obligatoriamente para llevar a cabo una mejor reputación. Contiene: Amor lento, temas sexuales, poca violencia, consumo de dr...