Seguramente cada persona tiene su propia visión de como se sentiría estar en el infierno; Un lugar oscuro, cruel y lleno de atrocidades. Sin duda un sitio al que nadie buscaría tener pasajes o siquiera hacer una visita. Para Akashi Seijūrō el infierno estaba justo frente a sus ojos, el cual, bastaba con tener al castaño frente a él, siendo abrazado por otro que no fuera él, sonriéndole a otro que no era él.
- "¿Sería mejor poner su culo en un avión y mandarlo de una maldita vez de regreso a Estados Unidos?" - la voz de Bokushi sonó fría y muy dispuesta a ser él mismo quien se encargara de eso.
- Si sabes que al final Kuroko ganará aquello, ¿Por qué el espectáculo?. - citó las propias palabras que su hermano había utilizado aunque, en el fondo, no negaría que podía estar de acuerdo con él.
Casi rechistaron al mismo tiempo al ver lo mucho que esos dos tardaban en separarse, por lo que los pies del pelirrojo comenzaron a moverse en la misma dirección, e incluso, una vez que estuvo prácticamente a un costado de ellos, fue ignorado.
- "Oh no, no voy a tolerar esto".- bastó ese pensamiento para que Seijūrō tomara nuevamente el control del cuerpo, algo que ahora, se había vuelto nuevamente sencillo, todo luego de que fueran descubiertos por el más bajo.
- Kouki.- llamó su atención con la voz firme, seguramente gélida al ver como el aludido casi pegaba un brinco en su lugar, soltando rápidamente a su amigo para voltearse hacia la voz que le llamaba.
El gesto, una mezcla de miedo y sorpresa, no pasó inadvertido por parte del recién llegado, por lo que imitó a su amigo y se volteó junto a él, no sin antes rodear con su brazo los hombros del castaño.
- Lo siento, Akashi-sama, debí presentarlo adecuadamente.- musitó en voz baja y de no ser porque su amigo lo detuvo, se habría inclinado para disculparse con más vehemencia.
- Yo me presento solo; Soy Kagami Taiga, íntimo amigo de Furi, ¿Y tú eres?
- Akashi Seijūrō, amo de Kouki.- y en ese momento el rostro del mencionado estalló en un rojo que fácilmente luchaba con el tono del cabello de cualquiera de los dos presentes.
- ¡Es mi jefe! - exclamó con una ferviente necesidad de aclararlo.- Soy su chofer, guardaespaldas y todo lo que él necesite y...
- ¿Qué? - Taiga le observó con una ceja en alto, quitando su brazo producto de la impresión y todas las ideas que pasaron por su cabeza.
- "Creo que Kouki está haciendo un excelente trabajo para espantarlo".- Akashi soltó una risa en la mente de Seijūrō, quien lamentó no unirse al gesto, ya que debía mantener su seria faceta.
- Ya lo escuchaste, Taiga.- el pelirrojo se encogió de hombros, un gesto sumamente sutil, pero bastaba verlo con más atención para darse cuenta de lo orgulloso que estaba, como un niño que consigue el premio mayor. Furihata por su parte se había quedado algo impactado por sus propias palabras, por lo que tuvo que sacudir la cabeza y dándole una rápida mirada a su jefe, hizo un intento por fulminarlo, aunque solo consiguió verse adorable con aquel mohín en sus labios.
- El tema es que trabajo para él.- quiso cerrar el asunto, liberando un suspiro que casi se llevó su alma, sin duda la situación se había vuelto mucho más tensa de lo que pensó.
- ¿Y era necesario que lo trajeras contigo ahora? - la interrogante de Kagami lo dejó pensando un segundo antes de responder, como si estuviera escogiendo muy bien sus palabras antes de emitir cualquier sonido.
- Sí.- respondió sin más, una respuesta que logró sacarle una arrogante sonrisa a Seijūrō.- Pero ya lo llevaré a casa.
- "¿Qué?"

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Infinity Time
Fanfiction~ Resumen ~ Él sabe que su felicidad no durará, por más que intente cambiar el futuro este siempre terminará arrebatándole lo que más ama. Un castaño que se volvió el mundo entero para Akashi Seijūrō. Tres años no serán suficientes... ~AkaFuri~ {Ini...