ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 10: ᴛʜᴇ ғᴜʟʟ ᴍᴏᴏɴ

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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟎: 𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐔𝐋𝐋 𝐌𝐎𝐎𝐍
𝟎𝟗/𝟏𝟔/𝟐𝟎𝟐𝟒
𝐓𝐀𝐍 𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎

Charles no encontraba las palabras. Estaba de pie frente a Max, con la respiración agitada, luchando por controlar el caos que lo consumía. Había estado negando esa tensión entre ellos durante tanto tiempo que ahora, con Max tan cerca, ya no podía contenerse. Las palabras que siempre se quedaban atoradas en su garganta esta vez no lograban salir, y la única respuesta que encontró fue lanzarse sobre Max, sus labios encontrando los del guardaespaldas con una urgencia y desesperación que no había sentido antes.

El primer contacto fue explosivo. Charles sintió la sorpresa de Max, la duda inicial, pero en cuestión de segundos, el neerlandés se entregó al beso con una intensidad que igualaba la suya. Ambos sabían que aquello estaba mal, que cruzaban una línea que nunca debieron traspasar. Pero también sabían, aunque no lo dijeran, que ambos lo deseaban. Lo habían deseado desde hacía mucho tiempo o al menos Max siempre lo quiso.

Charles no podía detenerse. Su cuerpo, impulsado por la necesidad y el deseo, comenzó a recorrer cada parte de Max, memorizando cada centímetro de piel, como si fuera la primera y última vez que pudiera hacerlo. Sus manos encontraron el borde de la camisa de Max, y sin darse cuenta, el sonido del rasgar de la tela llenó el aire. El traje que Max llevaba puesto, siempre impecable, ahora se desmoronaba bajo las manos desesperadas de Charles, le compraría otro.

Max, sin embargo, lo detuvo no por el hecho de que rompió su traje. Se separó de él, respirando con dificultad, sus ojos llenos de una mezcla de deseo, confusión y miedo. Charles lo miró, incapaz de comprender por qué Max intentaba detener algo que ambos sabían que era inevitable.

───Charles…───murmuró Max con un tono grave, su mano apoyada en el pecho del empresario, como si intentara marcar una distancia.───Esto… no está bien.

Charles lo sabía. Sabía que nada de lo que estaba haciendo era correcto, pero también sabía que era lo único que lo hacía sentir vivo en ese momento. Max era su única constante en medio del caos. 

───Max, por favor…───susurró Charles, su voz rota por la desesperación.───No me detengas ahora. No cuando hemos llegado tan lejos.

Los ojos de Max, normalmente impenetrables, mostraron un atisbo de vulnerabilidad. Ambos sabían que este momento podía cambiarlo todo, que no había marcha atrás si seguían adelante. Charles sentía el control desmoronarse, y lo único que quería era entregarse por completo a esa sensación. La tensión entre ellos, la atracción reprimida, se había vuelto insoportable.

───No es solo eso, Charles,───dijo Max, su voz más firme esta vez.───Sabes quién eres. Sabes lo que haces. No quiero… no quiero que te lastimes más.

Max no solo hablaba de él, también hablaba de sí mismo. Temía lo que esto significaba, lo que este acto podría desencadenar. Charles lo entendía, pero no estaba dispuesto a detenerse. Max era parte de su caos, una pieza que siempre había estado ahí, esperando el momento adecuado para explotar dentro de él.

───Te necesito, Max…Dios te necesito tanto───susurró Charles, sus ojos brillando en rojo fuego, esa mirada oscura y lujuriosa.───Te necesito para que todo esto tenga sentido.

El silencio que siguió fue denso. Max lo miraba, como si estuviera tratando de decidir si debía dar ese salto con él. Y entonces, algo cambió. Charles vio en los ojos de Max una rendición, una aceptación de lo inevitable. Con un suspiro cargado de deseo, Max lo tomó por la nuca y lo besó de nuevo, esta vez con una pasión desenfrenada, sin contención.

𝑽𝒊𝒄𝒊𝒐𝒔 𝑹𝒐𝒋𝒐 𝒇𝒖𝒆𝒈𝒐 𝑨𝒛𝒖𝒍 𝒎𝒂𝒓𝒊𝒏𝒐 || 𝑳𝒆𝒔𝒕𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora