Capitulo 4

571 51 2
                                    

Narra Rubius

Hoy era el gran día, por fin me le confesaría. Eh! Una rima. Concéntrate Ruben, me reprendí a mi mismo con un golpe. Dios...con razón me dicen subnormal. Joder, es que estaba hecho un manojo de nervios, pero un golpe en mi hombro me hizo salir de aquel estado.

-Ya cálmate, Rubiuh, toh va a salih bien, ya verah-dijo para calmarme mi amigo, lo cual funciono. Realmente el mundo podía desaparecer, pero si estaba con Mangel nada más importaría. Que exagerado soy.

-Estoy calmado ¿qué no me ves?-dije con mi tono seguro y un poco altanero de broma-Mejor démonos prisa si no queremos que nos descubran.

Ese día habíamos llegado temprano para ir a la biblioteca y ocultarnos allí durante la primera hora. Necesitábamos tiempo para preparar la sorpresa.

Una vez dentro del silencioso y casi vació lugar, nos fuimos hasta las mesas más alejadas y fuera de la vista de la bibliotecaria. Dejamos sobre la mesa todo lo que habíamos traído: un largo pedazote de tela blanca, pintura negra y roja, un estereo y un CD, brocha y pinceles varios.

-Muy bien empecemos-declaro con un grito-murmullo.

La idea era escribir en una pancarta "Te amo ♥", todo muy llamativo, llevarla al patio central y cantarle una serenata a Jen, la chica de mis sueños.

Primero pensé en hacerlo sólo, pero mi Mahe como buen amigo que es se ofreció a ayudarme. A pesar de los rumores sobre que él y yo salíamos, y de que en verdad teníamos un bromance, él siempre me apoyo con lo de Jen. Tengo tanta suerte de tenerlo.

El sonido de un movil se dejo escuchar por toda la biblioteca. Holy shit. De inmediato se alerto la bibliotecaria y tuvimos que escondernos detrás de unas estanterías.

Me percate de que el ruido provenía del bolsillo de Mangel quien aún no se daba cuenta.

-Mangel-le grite en susurro para luego señalarle su bolsillo.

Hizo una cara de sorpresa total. A veces si que era despistado. Saco su celular y vio quien era, ¡¿en estos momentos se le ocurría ver quien coño era?! Finalmente le colgó y la bibliotecaria se fue después de un par de minutos. Salimos de nuestro escondite y volvimos a la mesa de antes.

-¿Me quieres decir por qué cojones no apagaste o silenciaste tu teléfono cuando entramos?-le recrimine.

-Ehtaba ehperando un mensaje de Cheeto-respondió sin verme a la cara-Lo siento-agrego después de un rato.

La hora siguiente fue bastante tensa, ninguno hablaba ni nos dirigíamos la mirada. ¡Es que me molesta que siempre este pensando en Cheeto! ¿Qué acaso tienen una relación a escondidas, o qué? Sé que parece una exageración por una simple llamada que ni siquiera llego, pero es que siempre es lo mismo; "Rubiuh con Cheeto vamoh al cine ¿quiereh venih?", "Cheeto me preparo una cena deliciosa, macho, eh que no hay un amigo como él", "Lo siento, Rubiuh no podre ih a tu casa, con Cheeto quedamoh de veh una pelicula". Es que me tenia hasta los cojones con Cheeto, no se que les dio de volverse inseparables estos últimos meses.

Toco la campana del receso y guardamos todo para ir a ver a nuestros amigos, ya extrañaba a ese chinito, al hobbit y a Frank.

Con Mangel el ambiente seguía denso y ya me estaba molestando así que me acerque a él, lo abrace por los hombros y recosté un poco mi cabeza en la suya. Era lo que siempre hacia después de cagarla.

-Siento si exagere-dije bajito-sabes que no me gusta estar así contigo-mire su rostro en el que había una sonrisa. Lo logre.

-No ehtoy molehto contigo Rubiuh y yo también lo siento.

Todo volvió a la normalidad. Me encantaba como no podía enojarme con este tio, ni el conmigo, por supuesto.

Por fin vi al chinito que estaba con su novio Vegettita y a los demás, Staxx y Alexby, pero ni rastro de Cheeto y Luzu. Mmh... raro. 

En cuanto llegamos el enano le metió la media hostia a mi Mahe, parecían un par de hermanos peleando. Con él no sentía lo mismo que con Cheeto, a pesar de que también pasaba mucho tiempo con Mangel. No entendía muy bien porqué ni que era exactamente lo que sentía, pero bueeeeno, mejor no darle importancia, debía concentrarme en lo verdaderamente importante, Jen. A la hora del almuerzo daría el gran paso, por fin le diría lo que siento. Espero que salga bien.

------------------------------------
No se me da mucho el acento de Mangel, pero lo intento.

Espero les haya gustado y veré si sigo haciendo el acento de Mangel o no.

Adiós.

Me ama?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora