Nos encontrábamos en una discusión algo fuerte, justo a unos pies de distancia de aquél comedor/cantina, mis compañeros se centraban en buscar culpables, que si quien tuvo la culpa, que si quien no disimulo, que si como se enteraron, pero esas cosas no importaban, lo que realmente importaba y que bajo las palabras de Theren eran descritas:
-Perdimos- Murmuró con un desanimo total.
Yo estaba tan ocupada, que no prestaba atención completa a la discusión, tenía que terminar de tejer, para que en la mañana nadie sospechará que dicho combate o movimiento, había terminado tan... lamentable.
La discusión había cesado, la seriedad y el sentimiento de derrota nos estaba invadiendo, ya no había planes, ya no había un ''tomarlos desprevenidos'', habíamos perdido a tal punto que contaba como ''humillación'', no éramos tan grandes como creíamos, tan fuertes como pensábamos.
Yo no sé los demás, pero me sentía destruida, sentimentalmente hablando, ya que mi cuerpo estaba totalmente limpio, pero, ante mi consciencia, ya estaba sucio de algún modo.
No tenía palabras, nadie las tenía por lo visto, al fin y al cabo,
No existen palabras para consolar a alguien que perdió estando tan cerca de ganar, de testigo, están todos los que han quedado en un segundo lugar.
Pasaron casi dos horas hasta que alguien se atrevió a hablar, fue Kaladin quien rompió nuestro voto de silencio.
-Seguimos vivos- Dijo como intentando de consolarse a si mismo, pero en voz alta, sin gritar.
Theren lo miró con algo de enojo...
-Perdimos- Exclamaba con resiliencia el cazador de no muertos.
-Seguimos vivos, entonces- Susurraba levemente Kaladin, en forma de respuesta.
- ¿Entonces? – Contestaba con enojo Theren.
-Si estamos vivos y tenemos nuestras armas podemos pelear, mientras estemos vivos podemos cambiar muchas cosas- Repelió Kaladin.
No sé si sus años en el monasterio le habían dotado de ese conocimiento, de esa sabiduría que usualmente acompaña a los monjes, lo que si sabía era que por la expresión de los gestos del rostro de Theren, esa respuesta no le había gustado, tuve que pensar rápido, como buen bardo, el saber que decir en el momento indicado era mi fortaleza, Theren se acercaba de forma agresiva hacia Kaladin, quien empezaba a empuñar sus manos, me puse entre medio de ellos, intentando romper la tención:
-Así es, de lo poco que no podemos cambiar, es el tamaño con el que algunos fuimos no dotados- Dije con sutileza.
Mi respuesta no le gusto a Kaladin, pero, tranquilizo a Theren, el resto del grupo, soltó un risa, entre falsa y forzada, la situación lo ameritaba, cuando las cosas se empezaban a poner tensas escuchamos un susurro que Vitros decía con sigilo, creo que se le escapo decirlo y no pensarlo:
-Novara... ¿No era linda? – fue un tono tal leve, que, si no fuera por el silencio incomodo anterior, nadie hubiera escuchado, por fortuna, todos lo hicieron.
Yo reí, el amor era algo muy bonito...creo, pero en esta situación, entendí algo muy complejo, algo que era la fuente de la personalidad de Vitros, él era Masoquista, no hablando en lo sexual, amaba combatir, aunque tuviera traumas de guerra, amaba los problemas, resolverlo con fuerza y armas, implícitamente le gustaba sufrir... y no había nada de malo en eso, cada uno es libre de elegir como, cuando y si, tienta o no la oscuridad.
Los chicos se sentaban alrededor de Vitros, quien ya estaba sentado, mientras se sentaba Kaladin lo abrazaba, Theren se sentaba a la izquierda de Vitros, lado contrario de donde estaba Kaladin y Jaime se acomodada de lado de Theren, escuché comentarios como ''Te gustan rudas he'', ''Las rubias van contigo'', ''Con que jóvenes'', ya ni sabía quien estaba hablando, solo estaba segura de dos cosas, la primera, que Jaime no decía nada, solo disfrutaba estar ahí, la segunda, que no debía acercarme, porque eso era ''Cosas de hombres'', me sentí por unos segundos como, ya saben, segregada del grupo, pero en eso pude ver como Nuxtar estaba ahí, si mis ojos no me engañaban, intentaba... pastear, pero ella no era del tipo de criaturas que pasteaban, me dio mucha ternura y me ría.
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LA MINA PERDIDA- De Aline
FantasyEn un mundo donde las leyendas susurran en los vientos y los secretos se ocultan en las sombras, una joven bardo llamada Aline D'Rune inicia una travesía que cambiará su vida para siempre. Apenas una niña, Aline es guiada por su amor a la música y l...