LA ÚLTIMA BATALLA

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Le apuntaba con su arma mientras se veían directamente. Los recuerdos retornaban a ambas hermanas de batalla. Cuando eran niñas, cuando Reisen se sentía sola y lloraba en silencio solo para ser consolada por Rei'sen. Cuando ambas reían y salían del bar totalmente ebrias mientras se sujetaban amistosamente de los hombros con las botellas en sus manos libres. cuando ambas sangraban juntas en aquellos campos de batalla y cuando Rei'sen miró con doloroso asombro a la Coneja que amaba como una hermana atarla y huir con aquellos humanos de vuelta al modulo espacial. Aquellos recuerdos recurrentes finalmente dejaron de fluir, concentrandose solamente en el presente.

- Traidora- susurró Rei'sen mirandola con ira- no solo abandonaste a tu propia gente por estos parasitos sino que también abandonaste a tu Reina, abandonaste a la Princesa Kaguya, tu amiga, y... me abandonaste. ¡A mí, a tu hermana!

- Tú tambien desertaste Rei'sen- le contestó Reisen sin desviar su mirada-  te uniste a Junko para destruir a la tierra. ¿Qué daño te hicieron los terrestres Rei'sen, para que los odies tanto?

- Je, ¿En serio crees que abandoné a los mios, Reisen? No soy como tú- negó Rei'sen mientras le enseñaba los dientes en una especie de mueca que simulaba ser una sonrisa- en realidad estoy utilizando a Junko con un solo fin, no destruir a la tierra sino el destruirte a ti por haberme traicionado. ¡Te amaba Reisen, te amaba mucho hermana!- unas lagrimas corrieron sobre su mejillas mientras decía eso- pero me diste la espalda y por eso haré hasta lo imposible para vengarme ¿Quieres saber por qué odio a los apestosos humanos? Porque me alejaron de ti, ¡Por eso!

- Hermana- susurró Reisen sorprendida de oir a su antigua mejor amiga decir eso

- Y voy a hacer que pagues por haberme abandonado, ¡voy a hacer que todos paguen!- rugió Rei'sen disparando contra Reisen, comenzando el combate- ¡MUERE!

Moviendose a una gran velocidad, Reisen logró esquivar los ataques de la pistola de su enemiga. Dando rapidos saltos acrobaticos, esquivó cinco de los disparos, pero perdió su pistola en mitad de los movimientos. 

- ¡Mierda!- exclamó al ver que su arma se había perdido en el interior de aquellas aguas negras. Viendose en una clara desventaja, Reisen pateó una lata de metal que había en el suelo hacia arriba y de otra patada la arrojó a donde estaba el arma de Rei'sen. El frío metal golpeó la mano de la Coneja Lunar, desviando por un momento su puntería. Momento que Reisen aprovechó para dar un salto hacia adelante y, de una sola patada hacia su quijada, empujarla contra la pared de las altancarillas.

Soltando su arma, Rei'sen golpeó la pared pero lejos de quedar de rodillas, se movió hacia un costado y le apuntó con su dedo, Reisen también le apuntó con su dedo a su antigua hermana de batalla. Ambas se miraron en silencio mientras respiraban de manera agitada.

- ¡Tú no merecias ese don, sino yo!- susurró Rei'sen tras un minuto de tenso silencio- ¡No eres digna de él!

- ¡¿Acaso lo quieres?!- le preguntó Reisen furiosa- entonces ¡TOMALO!

Colocando su mano izquierda sobre sus ojos, estos largaron un enorme brillo que tomaron por sorpresa a Rei'sen, repentinamente ya no se vio en esa alcantarilla sino en un enorme corredor con varios paneles y puertas de papel a su alrededor. Repentianmente vio imagenes de un cuarto de operaciones en donde Eirin le arrancaba los ojos con su escalpelo, provocandole un dolor agonizante seguido de una desesperada ceguera.

- ¡No...para!- gritó Rei'sen sujetandose el ojo derecho mientras comenzaba a correr por aquel enorme pasillo

" ¿Por qué?" le preguntó la voz de Reisen que se oía en mitad de las sombras "¿Qué acaso este no es el honor que tanto querías hermana?, ¿El don con el cual había sido bendecida?"

La imagen de Eirin arrancando su segundo ojo con el escalpelo apareció delante de ella, seguido de ese punzante dolor. Por un minuto estuvo ciega.

- ¡Por favor, basta!- rogó Rei'sen poniendose de rodillas en mitad de aquella horrida oscuridad

"Mi privilegio, segun tú, pero para mí es una pesadilla" le contó Reisen en la oscuridad, su voz sonaba tronante, melancolica y resentida "Por eso no podía volver a verte a los ojos hermana, porque de hacerlo entonces te daría estas horridas pesadillas"

Repentinamente su visión había vuelto, solo que esta vez era un rojo brillante intenso que se adaptaba a cualquier  tipo de luz u oscuridad. Las siluetas a su alrededor se deformaban, mostrando sonrisas monstruosas y ojos negros con pupilas rasgadas de color rojo. Rei'sen miró con horror como sus propios ojos se encontraban en el interior de un frasco que la deforme silueta de Eirin sostenía.

"Ese es mi don, hermana, y no es un privilegio ni algo deseable o envidiable, para nada" finalizó Reisen.

Repentinamente la visión terminó y Rei'sen se encontraba cerca de una enorme boca de cañeria que daba hacia una enorme represa de diez metros, el agua caía sobre un enorme lago de color negro, formando una catarata de residuos quimicos. En su visión, Rei'sen había corrido literalmente a ciegas hasta ese punto. Dandose vuelta, se encontró con su hermana quien se encontraba parada en pose de combate. Tras mirarse en silencio, Rei'sen le dijo:

- Lo siento

- yo también- asintió Reisen con un tono de pesar sin bajar la mirada

Tras estar otro minuto en silencio, ambas conejas se apuntaron con el  dedo y una rafaga de energía roja salió de la yema de sus dedos. El disparo de Rei'sen dio en el techo de aquella cañeria mientras que el de Reisen dio en el pecho de su contrincante.

Caminando hacia atras mientras se sujetaba el pecho, Rei'sen le dijo:

- Te amo hermana

- Y yo a ti, hermana- le contestó Reisen con un tono de pesar

Rei'sen sonrió mientras unas lagrimas corrían sus mejillas y cayó de espaldas hacia aquel lago. Su cuerpo pareció flotar mientras caía. Cuando golpeó aquel enorme lago, el fuerte sonido de la cascada mitigó el ruido de aquel mortal chapoteo.

Acercandose a la boca de aquella enorme tuberia, Reisen observó el lago en silencio por unos minutos. Unas lágrimas corrieron por sus mejillas, pero su expresión serena e inexpresiva se mantuvo. Tras secarse sus lágrimas con su brazo, dio media vuelta y se retiró de allí en silencio. La batalla había finalizado.

REISEN AGENTE DE M.O.O.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora