REISEN AGENTE DE M.O.O.N

SOMBRAS DEL PASADO

Aquella insignia no debía estar ahí, y mucho menos en las manos de ese asesino. Con la forma de una Media Luna, la insignia de los Lunarians no era distinta del simbolo  de M.O.O.N, con la leve excepción de que esta en lugar de ser de dorada, era blanca y poseía una gema roja en el centro. Mirandola con detenimiento, Reisen trataba, casi con desesperación, de encontrar algo que desestimara su autenticidad. Tenía que ser falsa ¡No podía ser real! Una imagen de ella desnuda mientras flotaba en el interior de un liquido verde dentro de tubo de vidrio golpeó su cabeza con la misma fuerza que un puñetazo. Sujetandose la cabeza mientras largaba un grueso quejido, Reisen bajó la insignia y tras colocarla en la mesa, abrió el cajón de su escritorio para guardar ese mal recuerdo en su interior, cerrandolo de un solo golpe.

- ¿Qué ocurre Reis?- le preguntó William Wilkers, o Bill, su mejor amigo dentro de la unidad- te veo muy callada que de costumbre y bastante molesta... más de la cuenta

-  No quieres saber- le contestó Reisen mirandolo de reojo sin apartar su mano derecha de la cabeza. Bill era un buen muchacho en quien se podía confiar, aunque a veces tenía un modo de ser demasiado rebelde, él era alguien muy eficaz en su trabajo. Sonriendo, apartó por un minuto la cabeza de su mano y vio con agrado a su amigo, añadiendo- solo un mal recuerdo, eso es todo 

-  Muchachos- les habló en ese momento el Agente del parche quien era el capitán Richard Striker, jefe de M.O.O.N y co-fundador con Reisen de la misma- necesito que me presten atención por un momento... es algo urgente

La maldita imagen del Simbolo Lunarian se encontraba de nuevo ante sus ojos, solo que esta vez no estaba en su mano sino en un proyector, siendo mostrado como una prueba de un reciente ataque a los cuarteles del F.B.I en Washington. Los recuerdos nuevamente golpeaban su cabeza, ya no se encontraba en esa maldita probeta gigante sino que ahora estaba acostada en una mesa de operaciones con tres personas a su lado, una de ellas era la jefa medica de la Capital Lunar, Eirin Yagoro, una hermosa mujer de larga cabellera plateada sujeta por una trenza. Sus ojos Dorados la veian con una aterradora seriedad mientras se colocaba sus guantes blancos. "Esto no dolerá en lo absoluto, te lo prometo"  Le dijo aquella vez, pero mintió, le dolió, le dolió como nunca antes ni despues le dolería. Para ellos, Ella era un arma, no una colega, una amiga o una Coneja Lunar siquiera sino una maldita arma para pelear contra los Youkais de un lugar llamado Gensokyo y para futuras amenazas, siendo los Norteamericanos su proximo objetivo. Sin embargo aquellos bastardos no esperaban que su arma se revelara contra ellos cuando comprendió que los humanos no eran una amenaza y que la vida que llevaba era miserable. Por eso los ayudó a escapar y se dirigió con ellos a la tierra, para huir. A cambio les ayudaría con sus problemas. Problema que se presentaba bajo la forma de un ataque a los cuarteles generales del F.B.I

Concentrandose en dejar el pasado en donde pertenecía, es decir en el olvido, Reisen prestó atención a lo que el Capitán Striker estaba diciendo debido a que podía ser la diferencia entre la vida o la muerte de M.O.O.N.