Capítulo 5

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–¡Es increíble Laia! Hoy me ha traído flores sin ninguna razón –. Me decía Amaya mientras ordenaba su armario.

–¿Pero todavía no sois novios? –Ella negó sutilmente con un poco de tristeza en su rostro.

–No se a que espera, conectamos genial, como dos piezas de puzle. –Contestó mientras colocaba un vestido en una percha. Mi teléfono sonó, era un mensaje de Axel, me pareció raro pero no se lo dije a Amaya.

–¿Puedes venir al patio de atrás, donde está el campo de fútbol? Es importante y no le digas nada a Amaya.

Me quedé mirando el mensaje confundida, le conteste con el emoticono del pulgar hacia arriba, me levanté de la cama, le dije a mi amiga que saldría y baje. En un banco se encontraba Axel y parecía bastante nervioso.

–Hola Laia, te tengo que decir dos cosas –. Se notaba nervioso, bastante diría yo, hice un ruido para que empezara a hablar –. La primera es que quiero pedirle salir a Amaya.

–¡Eso es genial! –El asintió

–Y la segunda es que tengo un plan, ¡Una cita doble! –Mi cara cambió radicalmente ya sabía por dónde iban las cosas. Si me ofrecía a Liam como pareja estaba lista para salir corriendo.

–¿Cómo que cita doble? –Pregunté curiosa y con el ceño fruncido.

–Amaya siempre me habla de que busque a alguien para ti y eso he hecho, se llama Ethan y es del equipo de fútbol, le conté la situación y quiere conocerte. El plan es salir esta noche los cuatro y yo le pediré salir a Amaya –. A ser honesta la idea no me disgustaba, solo era conocer a un chico, no me tendría que besar con él ni mucho menos pasar el resto de mi vida con él.

–Vale –. Los ojos de Axel se iluminaron y me abrazó y yo se lo correspondí​. –A las cuatro nos vemos Axel.

–Adiós Laia.

Me estaba pintando los labios cuando apareció Amaya en el umbral de la puerta del baño casi llorando.

–¿Qué te pasa? –Le pregunté bastante preocupada.

–No se que ponerme –. Me eché a reír por el tono que utilizó. Salí del baño y metí la cabeza en su armario, buscando alguna prenda que sirviera para una noche inolvidable, encontré una falda rosa palo que por como era sabía que era ajustada. La levanté y se la enseñé. –¿Con qué me voy​ a poner eso? –Preguntó. Me sumergí en mi armario buscando algo básico pero bonito, y encontré un top blanco con palabra de honor que parecía ser la mejor opción, se lo ofrecí y ella asintió.

Yo llevaba un jersey blanco elegante y unos pantalones cargo, iba básica, llevaba un maquillaje natural con mis labios pintados con tonos marrones, en el pelo llevaba un medio recogido bastante cómodo. Iba casual, no quería verme más arreglada que Amaya ya que sería su gran noche.

Amaya salió del baño, maquillada, peinada y vestida. Estaba preciosa. Le insistí en hacernos fotos ese día y que ella misma se hiciera, no solo por lo guapa que estaba sino para que tuviera fotos del día que tanto me habia hablado Amaya, habia estado soñando mucho tiempo sobre este día, estaba realmente enamorada de Axel y él de ella, iba a ser una relación duradera o eso esperaba porque como no fuera así me iba a tragar unos llantos que iban a llevarme al camino de la locura.

Llegamos al restaurante y en la puerta se encontraba Axel con un chico alto, castaño, musculoso y guapo. Me había puesto nerviosa nada más verlo.

–Hola –. Nos saludó Axel con una radiante sonrisa.

–Hola –. Respondimos las dos.

–Te presentó a Ethan, es el capitán del equipo de fútbol de primera división.

–Hola, encantado de conocer a una chica tan guapa –. Me saludó.

–He escuchado hablar de ti. –Dije regalándole una sonrisa nerviosa mientras entrábamos al restaurante.

–¿Si? ¿Y que has escuchado? –Preguntó con un tono vacilón.

–Pues lo típico que juegas genial al fútbol y que tienes a todas las chicas enamoradas –. Hablé moviendo los hombros para quitarle importancia.

–¿Y tu crees que juego bien?

–No te he visto jugar, pero mira, ya tengo un plan para hacer esta semana –. Esbozó una sonrisa divertida al escucharme.

–Me caes bien.

Poco después llegó la camarera y nos tomó nota, como siempre hacíamos Amaya y yo pedimos unas hamburguesas.

–No cambiais –. Dijo sonriendo Axel a lo que nosotras nos echamos a reír.

Ethan se encontraba enfrente mío, era bastante atractivo, sus ojos verdes brillantes, su sonrisa perfecta y estaba enfrente mío, aquí por mi, teniendo a un montón de chicas detrás​.

Un mensaje me sacó del trance, era de Axel.

–Ya está todo listo, empieza a grabar.

Eso hice, abrí la cámara del móvil y grabé a Amaya, ella posaba como si le estuviera haciendo fotos, poco a poco Alex se acercaba a ella con un ramo de flores y una cajita pequeña. Intercambié una mirada cómplice con Axel, era la hora.

–Date la vuelta para hacerte fotos de espaldas –. Ella asintió y al girarse se encontró con Axel arrodillado frente a ella, con un ramo de flores, Amaya se llevó las manos a la boca, estaba claro que no se lo esperaba. Habíamos hecho el plan a la perfección.

–Amaya, ¿Querrías salir conmigo? –Le preguntó Axel nervioso, le temblaba la voz, las manos y la pierna. A Amaya no le salían las palabras, abría cerraba la boca, cansada de no saber qué decir abrazo a Axel y después los besó. –¿Eso es un...? –No pudo terminar de hablar ya que Amaya se adelantó.

–Si, estamos saliendo –. Ethan y yo aplaudimos y la gente del restaurante se nos unió.

Se merecía todo lo bueno que le podía pasar, ella era nuestro sol.

Remates y corazones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora