_Entonces, estaremos juntos--murmuró Hades, con una sonrisa que reflejaba su propia aceptación--Y no dejaré que nadie te aleje de mí, por eso debemos irnos antes de que tu padre llege
••○••••○••••○••••○••♡••○••••○••••○••••○••
Las campanas del instituto acababan de dar la medianoche. En el ala más oscura y apartada, Hades esperaba, oculto en las sombras de la biblioteca prohibida. El lugar estaba en completo silencio, salvo por el leve sonido del viento que se colaba por las ventanas. Finalmente, entre los estantes llenos de libros antiguos, una figura oscura se deslizó hacia él. Maléfica llegó sin hacer ruido, sus ojos verdes brillaban con una mezcla de miedo y determinación.
_Hades murmurando, impaciente--¿Lista? No tenemos mucho tiempo
_Maléfica asintiendo con firmeza--Si mi padre descubre lo que estamos haciendo… no habrá vuelta atrás. Pero estoy lista
_Bien. Entonces sigamos el plan
Ambos avanzaron rápidamente hacia la sección secreta de la biblioteca, una puerta antigua de hierro oculta tras una estantería de libros de magia prohibida. La puerta llevaba a los túneles subterráneos, donde los hechizos de protección eran más débiles y su presencia podía pasar desapercibida. Sin embargo, había un obstáculo: la puerta estaba custodiada por tres estatuas encantadas de gárgolas, cada una vigilante y lista para alertar si alguien intentaba cruzar.
_Hades mirando las estatuas con una sonrisa desafiante--Yo las distraigo y tú lanzas el hechizo de sueño. ¿Recuerdas las palabras?
_Maléfica con una ligera sonrisa nerviosa--Por supuesto
Hades extendió una mano y, con un movimiento sutil, invocó una neblina oscura que comenzó a rodear las gárgolas, distrayéndolas y nublando sus sentidos. Maléfica levantó su mano y recitó en un susurro apenas audible: "Dormis aeternam in umbris." Una luz verde suave emanó de sus dedos y envolvió a las gárgolas, que se tambalearon y, después de un segundo, se quedaron inmóviles. Las gárgolas estaban dormidas, y el pasaje estaba despejado.
_Malefuca mira a Hades con una sonrisa de triunfo--Funciona
_Vamos antes de que despierten--dice hades
Rápidamente, empujaron la puerta de hierro, que se abrió con un chirrido bajo, revelando un túnel oscuro y frío. El pasadizo descendía hacia las profundidades del instituto y estaba envuelto en sombras densas, pero el cabello de Hades, que chisporroteaba en un azul sobrenatural, iluminaba el camino. Comenzaron a avanzar rápidamente, sus pasos resonando en las paredes de piedra.
_¿Estás seguro de que este túnel nos llevará fuera del instituto?--dice maléfica
_Lo revisé todo. Este túnel conecta con el bosque. Una vez que estemos allí, será difícil que nos encuentren
A medida que avanzaban, sintieron cómo la presión de los hechizos de protección del instituto iba disminuyendo, señal de que estaban cerca de los límites. Sin embargo, el camino no estaba libre de obstáculos. En un punto del túnel, encontraron una puerta mágica, sellada con un encantamiento que detectaba el aura de los estudiantes.
_con preocupación dice malefica--Si esa puerta detecta nuestra magia, dará la alerta
_Déjamelo a mí
Hades extendió ambas manos, y de ellas surgió una niebla oscura que comenzó a envolver la puerta. La neblina formó un velo, ocultando su presencia mágica de la detección. Tras un segundo de tensión, la puerta se abrió lentamente. Pasaron de inmediato, sin detenerse a mirar atrás.
