Capítulo 6

2.3K 207 69
                                    

Después de unos cinco minutos, la puerta fue abierta por fin por un hombre que apestaba a alcohol, quien llevaba nada más que un   par   de   calzoncillos   sucios.   A   Yoongi   le   resultó   difícil conservar para sí su expresión de asco mientras miraba el rostro del sucio hombre, quien parecía no saber lo que es un cepillo y para qué servía.

—Hey caballero, no pareces el chico de la pizza. ¿He ganado algo? — balbuceó el hombre.

—Estoy buscando a Park Jimin. —Yoongi no iba a hablar con el hombre. Iba a recoger a  Jimin y sacarlos a los dos lejos de aquí.

—Era de esperarse que la primera persona que visitara a ese snob vistiera de traje —murmuró el toxico hombre. Miró a  Yoongi  de  arriba  a  abajo  y luego murmuró—: Yo debería haber cobrado mucho más alquiler. A él obviamente le está yendo mucho mejor que a mí si tiene a  alguien  como usted. ¿Qué es? ¿Una  prostituta  de  tarifas  muy  caras?  Apuesto  a  que alguien como usted le gusta la ilusión de la inocencia, y él tiene eso con creces. Yo sabía que no era nada más que una actuación. Supongo que simplemente no tengo suficiente dinero para pagar por sus servicios.

El hombre continuó entre dientes, provocando que Yoongi sintiera ganas de golpearlo contra la pared. Tenía que encontrarse con  Jimin antes de que hiciera algo precipitado de lo que luego se arrepentiría.

— Jimin, hay un tipo grandote que quiere verte —gritó antes de salir por la puerta. Yoongi esperaba  que  fuera  la  última  vez  que  viera  al  hombre.  El tipo estaba loco, y Yoongi tenía que llevárselo lejos. No podía entender cómo se sentía seguro en cualquier lugar cerca de ese tipo.

Yoongi escuchó un crujido de una puerta abriéndose, y,  a  continuación,  Jimin estaba de pie delante de él. No existen otras palabras para describir la mirada de horror que le dio. Lucia como un ciervo atrapado por la flecha de una ballesta y sabía que preferiría hundirse en el piso de la inmunda casa que hablar con él.

A Yoongi le hubiera parecido divertida la expresión de  Jimin en cualquier otro momento, pero al verlo en la casa de un sucio hombre,  cualquier rastro de humor acerca de la situación se esfumó. Él estuvo cerca de tomarlo de un hombro y alejarlo de ese lugar.

—¿No vas a invitarme a entrar? —preguntó Yoongi con los dientes apretados.

—Sr. Min, ¿cómo encontró este lugar? Estoy aquí sólo temporalmente, lo juro. Voy a mudarme a uno de esos apartamentos en un par de semanas.

Sonaba ansioso.

—Hice un par de llamadas. Tenías  tanta  prisa  por  alejarte  de  mí  anoche, que dejaste tu bolso en mi auto —respondió.

Él bajó la mirada y notó lo que estaba sosteniendo.

Jimin se acercó a tomar el bolso, pero él lo detuvo antes de que entrara por la puerta. Yoongi se apartó de él, evitando el contacto físico.

—Sr. Min, no hay necesidad alguna de entrar. Le agradezco por traer mi bolso, pero estaba a punto de salir.

No hacía contacto visual con él, y apenas pudo evitar las ganas de agarrar su barbilla y enderezar su cabeza para que lo mirara a los ojos.

—Vamos a buscar tu abrigo. Necesitamos hablar. —Fue todo lo que dijo él en respuesta. Esas palabras finalmente lo hicieron alzar la mirada, su cara lavada recupero algo de color. Bueno, él pensó, preferiría verlo enojado que avergonzado y derrotado.

—Puede ser mi jefe, de lunes a viernes, Sr. Min, pero los fines de semana son míos y puedo hacer lo que quiera —dijo con vehemencia—. Usted puede irse.

Billonarios-the series- Yoonmin (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora