Capítulo 8

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Yoongi observó todo el convenio entre  Jimin y su padre.  Había esperado ver la misma mirada de codicia entrar en sus ojos como generalmente les ocurre a las personas cuando están alrededor de su familia. Sorprendentemente, lo que avistó en su rostro era solo sobresalto, mezclado con gratitud.

¿Podía realmente no importarle la cantidad de dinero que tenía? Iba a averiguarlo. Yoongi sabía que era cínico cuando se trataba de mujeres y donceles, pero todavía no había encontrado a nadie que no demostrase que estaba en lo correcto. Es por eso que no tenía citas, y por supuesto no llegaba  a empezar relaciones.

Solo salía para satisfacer sus necesidades y, como los trataba bien, no se sentía culpable por ello. Conseguían lo que querían de él: joyas caras, viajes ocasionales y la asistencia a las más altas funciones de publicidad de la ciudad.

Era capaz de satisfacer sus necesidades y ellos de conseguir cinco minutos de fama y regalos caros. Eso le funcionaba o, al menos, había estado funcionando hasta que conoció a su ayudante.

Parecía inocente, pero sabía que si se acostaban juntos, Jimin —al igual que todos los demás— cambiaría. No podía entender su  fascinación  hacia él. Al principio sí, era nuevo, aparentemente intocable, fue como una bandera roja para un toro. Quiso conquistarlo y reclamar su derecho sobre él. Sin embargo, esos sentimientos deberían haber acabado ya, en lugar de fortalecerse. Se puso serio ante la idea de ser el único doncel capaz de someterlo y derrotarlo.

Dejando a un lado la ridícula dirección que su pensamiento había tomado, se obligó a concentrarse. Cuanto más pronto estuviera resuelto el asunto con él, más rápido podría salirse de esto antes de que hiciera algo estúpido, como besarlo de nuevo.

—Ven conmigo,  Jimin. Te voy a mostrar el lugar donde dormirás las próximas noches —dijo mientras tomaba su brazo.

Cuando salieron de la oficina y comenzaron a caminar por el largo  pasillo hacia la parte trasera de la casa, Yoongi sintió  como  si  sus  dedos  se quemasen. Sólo su determinación persistente por superar el deseo le hizo seguir agarrando su brazo. No dejaría que la lujuria lo controlara.

Cuando salieron y se vieron afectados por el frío de la noche, tomó una bocanada grande de aire esperando que el viento frío de alguna manera lo enfriara. No funcionó.

En el momento en que llegaron a la casa de huéspedes, estaba agradecido porque no pudiera leer su mente, porque en ese momento estaba desvistiéndolo lentamente, pieza por pieza, tirando de su pelo,  sujetando  los  hilos  de seda entre sus dedos, tirando de su cabeza cerca de su...

—Oh, esto es hermoso —exclamó  Jimin, sacándole de sus pensamientos.

Miró la pequeña casa de campo rodeada de árboles y flores. Un camino de piedra conducía a un pequeño porche cubierto que tenía un par de mecedoras cerca de la pared.

Recordaba haber pasado horas entrando y saliendo de la casa con sus hermanos. Una semana eran Robin Hood y sus alegres  muchachos,  la siguiente  vez  G.I.  Joe  luchando  por  la  salvación  de  América.  La  cabaña era el territorio enemigo o un refugio, dependiendo del juego. Se habían metido en problemas más de una vez por asustar a los invitados al salir de los arbustos tendiendo una emboscada.

Yoongi casi sonrió ante el recuerdo. Sus hermanos y él no habían querido atacar realmente a los invitados, sólo fingieron que iban a capturarlos. Algunas de las personas no vieron divertido que unos niños enmascarados los persiguieran.

Jimin suspiró, sacándole de su visita al pasado. Lo miró con curiosidad, pero él se negó a mirarlo a los ojos.

—Entra,  Jimin. Te mostraré dónde está todo. Mis padres han abastecido la cocina por lo que tendrás un montón de comida. Hay sábanas en la cama y toallas limpias en el baño. Es un lugar pequeño, así que no creo que te pierdas. Por favor, utiliza lo que necesites de la casa. Es para los clientes, después de todo —dijo, aunque no creía que él lo escuchara.

Billonarios-the series- Yoonmin (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora