Capítulo 7

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Jimin no tenía ni idea de lo tarde que era hasta que estuvo sentado cómodamente en una silla, balanceándose en la terraza de atrás y viendo cómo la fiesta comenzaba a acabarse.

Los problemas vinieron a su mente. Él no tenía mucho dinero guardado. Tenía sus primeros dos cheques de pago, que eran impresionantes, pero ese dinero se suponía que era para el pago inicial de su nuevo apartamento. Si gastaba el dinero para alojarse en un hotel, le tomaría mucho más tiempo instalarse en un lugar fijo.

Oh, bueno, pensó. No tenía  más  remedio  que  hacerlo.  Simplemente retrasaría sus planes por un mes o dos. Eso no era un problema que  no pudiera resolver. Estaba tan cerca de sus metas que nada iba a detenerlo. En el gran esquema de cosas, esto era sólo un contratiempo menor.

—Ahí estás,  Jimin. Me sentaré en este columpio para darme un rato a mí mismo —dijo Won-young, sacándolo de su concentración—. La fiesta finalmente terminó, así que vamos a entrar en mi oficina y nos preocuparemos por los negocios —continuó.

—Sí señor —respondió sin pensarlo hasta que él levanto una de sus cejas—. Lo siento, Won-young —dijo con una pequeña sonrisa, cada vez más acostumbrado a llamarlo por su nombre de pila.

El sólo estaba nervioso y su primera reacción fue de pánico ante  la idea de hablar sobre los negocios. Le preocupaba no estar lo suficientemente calificado para el trabajo y que él lo despidiera cualquiera de estos días. Él sabía que no lo invitaría a la fiesta sólo para despedirlo después, pero el vivir como siempre lo había hecho, causaba un instinto  natural  de temor.

—Ahora que hemos solucionado el problema de los nombres, ven conmigo —dijo él con una sonrisa. Él no pudo evitar sonreír ante su buen humor.

Jimin se levantó y rápidamente siguió a Won-young a través de un laberinto de pasillos, preguntándose cómo él no se perdía en el inmenso palacio de su casa. Debió haberle tomado años a  Min-suk el decorar toda la casa.  Jimin miró a su alrededor pensando que la decoración realmente le gustaba.

Había considerado la posibilidad de estudiar diseño de interiores en la universidad, pero sabía que los empleos eran difíciles de conseguir en el mercado, así que  él  había sido  inteligente y  había elegido  a  los  negocios en su lugar. A pesar de que le hubiera gustado tener el lujo de poder elegir un trabajo que realmente le gustara, no lo hizo. Su primera prioridad era asegurar su futuro. El nunca viviría en un entorno inseguro otra vez.

Quería una familia y no podía  tenerla  hasta  que  asegurara  su  vida.  Tuvo que recordarse que aún era joven y tenía mucho tiempo.

A medida que se acercaban a su oficina, él se detuvo en seco cuando se encontró con un cuadro en particular. Era una obra de su artista favorito, Thomas Kinkaid. Se veía como un original.

Era uno de sus favoritos, con una hermosa casa de campo al lado de un arroyo. La pintura era impresionante como todas sus demás obras. La forma en la que estaba pintada hacía parecer como si el agua estuviera realmente en movimiento, y las luces de la casa encendidas, haciéndole señas para que entrara. Él podía imaginarse a sí mismo sentado en el porche rústico mientras sus preocupaciones desaparecían por la corriente. Sonrió ante la idea tentadora, feliz al ver la bella imagen en el momento de su vida en que más lo necesitaba.

* * * *

Él no se dio cuenta de la sonrisa de Won-young al verlo extasiado viendo la pintura. Cuanto más tiempo pasaba alrededor de  Jimin, más  sabía  que había tomado la decisión correcta. Él no estaba impresionado por las estatuas de millones de dólares o autos de lujo. Estaba impresionado con las verdaderas obras de arte. Realmente sería una gran adición  a  su familia.

Billonarios-the series- Yoonmin (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora