Parte 8

224 38 28
                                    

Apenas unos minutos antes de que mi abuela llegara a casa mis padres me permitieron entrar, lo que al mismo tiempo nos dio chance para quitarnos el polvo y sudor que teníamos en nuestros cuerpos, viéndonos presentables.

—¡Neizan! —chilló con felicidad mi abuela cuando me vio bajando las escaleras, acercándose rápidamente para abrazarme— mi muchacho, no sabía que estabas aquí— añadía en tonos dulces y amables.

Yo sonreía cuál angelito, viendo a mis padres con burla al tenerlos en mis manos, principalmente porque Ivanov se quedaría a cenar y ellos no querían que mi abuela supiera sobre los planes que tienen para mi futuro.

Mi tía Abby me saludó poco después, siendo su hijo el siguiente y Alessia por su lado sólo tenía ojos para el atractivo hombre que a su vez sólo tenía ojos para mí.

Con esta última no me llevo especialmente bien, aunque evidentemente me llenaba de orgullo robarme la atención del hombre que ella deseaba conocer con mayor profundidad.

Mis padres lo presentaron como un amigo de la familia. No dieron demasiados datos sobre él, así que todos asumieron que quizás era un trabajador de mis padres y a diferencia de Alessia, el resto no sintió demasiado interés en él.

Mi tía Stella y mi prima Sabina llegaron poco después, siendo mi prima quien chilló con mayor entusiasmo cuando me vio, saltando de alegría mientras se colgaba de mi cuello, llenándome de preguntas sobre mi estadía en casa de mis padres.

Tras responder sus preguntas y saludar a su madre, Sabina también fijó sus ojos en Ivanov, aunque su atención después cambió al mirar a Marlón, saludándolo con alegría, pues en las reuniones familiares ellos siempre han demostrado llevarse muy bien.

Más tarde en la cena, como almorzamos a las cinco, no tenía mucha hambre, lo que motivó a mi abuela a preguntarme si me sentía bien, mirando lo que había sobre la mesa para así decir: ¿No te gusta lo que hay de comer? Hijo, si quieres te preparo otra cosa.

Yo era consciente de lo mimado que soy cuando mi abuela paterna está presente, lo que me tenía torturando a mis padres un poco, haciendo ligeras menciones para acusarlos, aunque evidentemente no decía nada que involucrara a Ivanov directamente, ya que no deseaba causarles problemas realmente.

Quería vengarme por todas las artimañas que ellos han hecho en mi contra para que Ivanov y yo estemos juntos, aunque tampoco deseaba provocarle un disgusto a mi abuela.

Si bien no tenía demasiada hambre, yo sabía que debía estar durante la cena, principalmente porque debido a mi comentario mi abuela dijo que cenaríamos más tarde. Mis primos me miraban con cierto disgusto, ya que ellos sí tenían hambre, aunque como me sentía culpable por ello, le di algunos dulces para que calmaran su estómago mientras tanto.

Al final cenamos a las nueve de la noche, casi a las diez. Si bien yo seguía sin hambre, fui obligado a decir que tenía hambre para que mi abuela quisiera comer.

Por supuesto que en la cena mis padres quisieron sentarme al lado de Ivanov, aunque le cedí el lado a mi prima Alessia quien lo miraba embobada, buscando cualquier excusa para estar cerca. El susodicho estaba incómodo, a él no le gustó que yo me moviera de lugar, aunque como era un invitado extra no pudo quejarse a pesar de que con tal de consentirlo mis padres eran capaces de moverlo de lugar.

—Hace unos días te vi en televisión— mencionaba con orgullo mi abuela— te veías tan guapo que le presumí a todas mis amigas del bingo sobre ti.

—Abuela...—dije riendo con nerviosismo.

—Ellas no creen que eres mi nieto, deberías visitarme para presumirle a mi nieto querido— añadió mientras mi madre rodeaba los ojos.

Tú y yo JAMÁS |Boys LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora