28 | Como no declarar tu amor

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𝒱𝒾𝒸𝓉𝑜𝓇𝒾𝒶

Al final termine toda la noche cuidado de Kenny, que al parecer acaba de descubrir que es alérgico a la canela.

-Intentaste matarme-me acusa.

-No, quise que probaras algo que no fuera el alcohol, ¿cómo iba a saber que eras alérgico a la canela?

-Debiste advertirme que ese polvo no era de los buenos.

-La canela no es mala, tu eres el inútil que es alérgico a algo tan tonto-me resigno.

Kenny balbucea miles de cosas, y cuando creo que he tenido suficiente salgo de su habitación.

- ¿Que hacen ahí?

Levi y Erwin dejan de observar la ventana para verme a mí.

- ¿Cómo está tu padre? -dice Erwin muy diplomático.

-Haciendo drama, creo que le he dado le excusa perfecta para esconderse en el alcohol lo que le queda de vida.

-Que lastimosamente es mucha-murmura Levi, Erwin le da un codazo- ¿Qué? Es mi tío, creo que ya me he ganado el derecho de opinar sobre su inmunda existencia, ¿o no? -busca mi aprobación.

-Tienes todo el derecho-acepto divertida- ¿Quieres entrar a verlo?

Levi duda, y a regañadientes ingresa a la habitación, antes de que cierre la puerta oigo las burlas de Kenny hacia su sobrino.

-Parece estar de humor-comenta Erwin.

-Eso parece, es difícil que lo pierda.

-Siempre es bueno tomarse las cosas con humor.

- ¿Cómo tú con tu brazo?

Erwin observa su brazo inexistente y asiente.

-Al menos me he salvado bastante del papeleo.

No digo nada, y Erwin no parece tener intenciones de continuar con nuestra charla.

-Iré a....-comienzo a decir señalando la habitación de Kenny.

-Claro, entiendo-asiento y me doy la vuelta para ir a salvar al pobre Levi, cuando Erwin vuelve a hablar-. Por cierto...

- ¿Si?

-Te ves hermosa.

Mi lengua se enreda y no logro responder absolutamente nada. No me lo esperaba, eso está claro, y Erwin se ve feliz por el resultado de su tan inesperado alago.

No es la primera vez que me alaga, pero ha sido tan de la nada que me ha dejado paralizada, y no reacciono ni siquiera cuando besa mi mano.

-Si no vas a besar mi mano más te vale alejarte cejotas-pronuncia Levi arrastrando las palabras.

-Levi...-suspira Erwin.

-Nada de Levi, su padre acaba de pedirme que cuide de ella en caso de morir.

-Kenny no va a morir-espeto.

-Dice que se siente como si fuera así, unos días más, unos menos, la cuestión es que cumpliré con su última voluntad, vamos, vamos, tienes papeleo que hacer-dice rápidamente, casi que es imposible de entenderle.

-Bien, vamos, pero Tori, espero que esta noche me guardes un baile-sonríe Erwin, Levi a su lado rueda los ojos.

-Tienes un brazo, no puedes bailar, además eres duro como tronco. Mejor vuelve a tus viejas prácticas de beber y espiar conversaciones ajenas.

Victory | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora