27 | El príncipe de sus sueños

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𝒱𝒾𝒸𝓉𝑜𝓇𝒾𝒶

Cuando era apenas una niña y observaba a escondidas los bailes del palacio, soñaba con tener cientos de pretendientes deseando tomar mi mano, ansiaba desesperadamente ver a caballeros dar su vida por mi mano.

Creo que cuando eres invisible, solo deseas que alguien sea capaz de verte y dar todo por tenerte.

Luego crecí, y se podría decir que mis deseos se volvieron realidad en cierto modo. Tenía hombres deseando siquiera que los mirara. Lamentablemente eso no era amor, y yo no lo veía más que como un trabajo.

Pero ahora todo era distinto.

Día y noche recibía atenciones y no solo de Levi y Erwin, sino de otros soldados que se divertían viendo la molestia de sus capitanes, ¿quién sería tan estúpido para atreverse a eso?

Bueno, Eren, Jean y Connie no se destacan por ser de los más listos.

Esa mañana Eren me había invitado a dar un paseo, y por supuesto lo acepte.

Eren no se veía bien, lo notaba angustiado, seco...apagado. Como si estuviera aceptando algo, como si se estuviera rindiendo ante una mala idea. Eso me preocupa, pero no parecía preocuparle a nadie más. No sabía si yo era muy perspicaz, o si es que Eren decidía abrirse conmigo.

- ¿Hay algo de lo que quieras hablar, Eren? -cuestione tras dar unas vueltas en los jardines del palacio.

-No, ¿por qué preguntas?

-Estamos dando tantas vueltas al jardín que me voy a marear, y tú no has dicho palabra, tan solo tomas mi brazo y disocias.

Eren se detiene repentinamente.

-Lo siento Tori, es que yo...

-Eren, si hay algo que te esté sucediendo puedes confiar en mí, hare lo que sea por ayudarte o si prefieres que el secreto muera conmigo está bien, soy muy buena guardando secretos-bromeo.

-Bueno yo...

-Eren ve a limpiar el establo.

Ambos volteamos hacia Levi.

-Señor...Hay personas que se encargan de los establos del palacio-se excusa rápidamente.

-Entonces ve a fregar el suelo con tu lengua, vete-sentencia.

Eren sale prácticamente corriendo.

-Eso fue muy descortés-digo mientras me cuelgo del brazo que me ofrece.

-Necesita ocupar su cabeza en algo.

-Así que también lo has notado...

- ¿Que se pierde en su mundo? Sí, pero se niega a decir algo, dice que solo está cansado de las practicas.

-Es un niño, Levi.

-Un niño con una gran responsabilidad. Créeme Tori, no me agrada esto más que a ti. Solo sigo ordenes de Erwin.

- ¿El...?

-Está en una reunión con Pixis.

-Ya veo-murmuro.

El ambiente no es tenso. Con Levi nunca lo es, no desde que nos dimos nuestra merecida conversación, pero, seguía habiendo cosas que resolver, como, por ejemplo, Erwin.

Yo no había inclinado mi balanza hacia ninguno de los dos, no por querer jugar con ellos, y eso se los aclaraba cada vez que podía, sino porque no tenía tiempo ni ánimos de escuchar a mi corazón. Ambos fueron importantes en algún punto de mi vida, y con la coronación de mañana y la próxima recuperación de la Muralla Maria, no quería decidir absolutamente nada.

Victory | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora