Sasuke se veía bien, más que bien, mientras Sakura con cuidado cortaba sus manzanas y con una brillante sonrisa se las extendía.
El Uchiha las aceptaba, mientras parecía hablar con ella.
Un par de ojos azules observaba toda la interacción, sentía...
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Naruto sabía que tarde o temprano iba a terminar hablando con Sasuke, pero, eso no le daba aliento, es más. Se sentía aún más nervioso que de costumbre.
También se dió cuenta que los ojos de Sasuke nunca lo abandonaron, durante la pelea y la hora del descanso sentía los ojos negros como la tinta en su silueta.
Y agradecía a cualquier ser que podía escucharlo que Shikamaru apareciera, porque realmente está nervioso, demasiado nervioso.
Ya había pasado un día desde la pelea, después de la batalla se había vuelto de noche, y tenían que descansar, además de que la Hokage les tenía que decir algo.
Y ahí estaba él, caminando hacia la torre Hokage, estaba nervioso y ansioso por lo que sea que diría su abuela. A veces ella puede ser muy impredecible.
Las miradas no habían cambiado, seguían una y otra, cada camino que tomaba sentía esos ojos quemar su nuca, pero simplemente sacudía la cabeza.
Llegando a la torre Hokage, ya estaban sus otros dos compañeros y Kashi-sensei que cuando lo vio le sonrió y movió la mano.
Naruto alzó una ceja ante eso, su profesor estaba ahí, había llegado temprano, eso sólo significaba que era algo importante. Sin perder el ritmo le devolvió la sonrisa y la sacudía de mano.
Sintió su cabello moverse, había olvidado ponerse su nueva bandana, había decidido cambiarla, porque después de todo su antigua la tenía Kakashi en su hombro y sonrió con cariño al ver que todavía la tenía amarrada.
La que había comprado, bueno, la que le había comprado el sabio pervertido era negra, que iba a corde con su ropa, que también era negra con algunos filos naranjas. Se veía bien, obviamente.
Él era muy guapo, por más que las chicas de la aldea lo nieguen.
Sus ojos de manera inconsciente fueron a la figura de Sasuke, él también había cambiado su vestimenta, ya no usaba el azul rey con blanco, ahora había cambiado por el morado. Su traje era negro con franjas y filos morados. Su katana estaba segura a su espalda.
Naruto hizo memoria y durante la pelea, no la uso ni la había visto, pero ahora sí estaba. Su empuñadura era negra y en el mango de ella había dibujado un sol.
Dejo de observar a Sasuke y se apuro a pararse al lado de sus compañeros, para escuchar lo que sea que va a decir su abuela.
Ya estando todos juntos, la Hokage sonrió e hizo un sonido y la ventana se abrió, para descubrir a una figura, que según podía ver era muy, muy pálida.
Su vestimenta era totalmente negra, pero su camisa sólo llegaba hasta su cintura, de ahí su abdomen estaba completamente a la vista, Naruto se preguntó si no sentía frío al tener su cuerpo descubierto.
Su pantalón era tomarme negro, igual que sus zapatos, igual que su cabello y sus ojos, ojos completamente serios y vacíos, eso llamo completamente la atención de Naruto, sus ojos parecían no tener una emoción ahí, no había brillo, no había nada.
