Sasuke se veía bien, más que bien, mientras Sakura con cuidado cortaba sus manzanas y con una brillante sonrisa se las extendía.
El Uchiha las aceptaba, mientras parecía hablar con ella.
Un par de ojos azules observaba toda la interacción, sentía...
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Shikamaru sabía que eran ninjas, que constantemente estaban arriesgando su vida, que desde el momento que aceptan la bandana, saben que su vida ahora es peligrosa.
No importa el tipo de misión, la dificultad o el rango, todos corrían con la misma suerte de morir.
Podían ser poderosos sí, pero, sólo bastaría un segundo en blanco y podían morir.
Suspiró con fuerza mientras llegaba a su casa, esa misma mañana el equipo 7 se había ido a una misión muy importante, Suna los necesitaba.
Se habían llevado a su Kazekage y habían dejado gravemente herido a su hermano mayor. Shikamaru estaba ahí cuando vio los ojos de Naruto oscurecer de enojo.
Él sabe que la relación de Naruto y Gaara es fuerte, desde esa batalla se consolidaron como amigos. También sabe que el rubio durante su viaje con Jiraiya pasó por Suna algunas veces, y estuvo presente cuando nombraron Kazekage a Gaara.
Naruto hablaba con mucho orgullo de Gaara y al escuchar como había sido capturado por la red de criminales conocido como Akatsuki.
Shikamaru tiene un leve presentimiento de porque se llevaron a Gaara, y no quiere que sea así. De verdad, no puede ser así.
Siguió caminando con la mente en otro lado, que no se dió cuenta que había llegado a su casa y su papá lo estaba mirando desde el portal de su casa. Estaba sentado frente a un tablero de shōgi, con las piezas ya colocadas en su lugar correspondiente.
—Shikamaru —llamó Shikaku, su voz estaba completamente plana y seguía concentrado en el juego.
Shikamaru prestó toda su atención a su papá, que estaba jugando un juego para dos. Las piezas en su posición inicial. Su papá hizo un seña con la mano y el pequeño Nara caminó hacia él.
Y tomó asiento al frente de su papá. Shikaku asintió y movió una pieza del tablero, Shikamaru esperó su turno y movió otra pieza. Su cabeza ya estaba ingeniando muchas estrategias para moverse.
Estaba ya completamente metido en el juego, cuando la voz de su papá lo saco de ahí.
—Los Akatsukis están detrás de todas las bestias con cola —dijo sin alzar la mirada. Seguía moviendo la ficha en su turno.
A Shikamaru se le detuvo la concentración por un momento, miró a su papá con ojo crítico. Su padre estaba en total calma, sus ojos estaban concentrados en el tablero, Shikamaru sabía que estaba evaluando todas las alternativas de cada movimiento.
—Sí, fueron tras el Kazekage —habló él y miró a su papá.
—Dime, Shikamaru, ¿sabes qué pasa con ellos? —preguntó aún sin mirarlo, Shikamaru se tensó, pues su padre había hecho un movimiento arriesgado.
Siguió las fichas con los ojos y seguía pensando en lo que decía su papá.
—No —respondió y movió una pieza casi sin percatarse de la mirada que le estaba dando su papá. Tarde se dió cuenta que la pieza no debía moverse así.
