Hay una helada y el viento sopla fuerte, el frío me llega hasta en los huesos. Solo sigo vivo por la compasión de aquellas personas que me dan de comer.
Respirar es sinónimo de dolor, sufrimiento.
Paseo por la ciudad buscando agua, hasta puede resultar gracioso por que mientras busco me deshidrato y a veces ni siquiera la encuentro.
Me gustaría encontrar una familia.
*Flash Back*
Una tarde en la granja donde vivía veo a lo lejos que entran a la casa de mi dueño unas tres personas. parecían de películas de Hollywood que muestra en televisión.
En ese entonces estaba con mi familia, osea, mi madre y mis ocho hermanos/as, cuatro machos y cuatro hembras. Francisco, como lo siempre escuchaba que le decían al granjero, nos tenia allí para cuidar de los animales, así que estábamos con las vacas, los cerdos, etc.
Mi madre, nos cuidaba muy bien, aun recuerdo su mirada cuando me arrebataron de ella. Fue en tan solo un instante. Francisco, un señor de aproximadamente sesenta años, ya sin dientes el pobresillo y ropa humilde me entrego a una familia, esa familia vestía muy elegante.
Mis hermanitos ladraban, pero eso no cambio el hecho de que me tenia que marchar, mi madre al parecer ya sabia lo que ocurriría y solo me despidió con una lamida, luego me susurro.
— Cuídate mucho, se feliz siempre y nunca nos olvides.
— No te preocupes, nunca lo haré.
Francisco, el granjero me agarro y me entrego a la familia "Hollywood". Fue la ultima vez que vi a mamá y mis hermanos.