No entiendo por que estamos en este lugar. Tan espeluznante.
Roberto entra a el cementerio y camina rápido hasta que para en un lugar luego cae arrodillado, de su mochila quita una flor ya casi marchita por falta de agua y lo coloca cerca de la lapida.
Madre, Padre, los extraño mucho. ¿Por que tuvieron que irse?
Yo lo observo y no tardo en irme a lado suyo. Pongo una pata sobre una de sus piernas y me mira con ojos lagrimosos.
Toby, esta es mi familia.
Así que el también esta solo — pienso— pobre hombre, debe haber sufrido mucho mas que yo. ¿que le habrá pasado a su familia?
Roberto reza un par de veces y luego nos retiramos. Son las ocho de la noche y aun no oscurece.
Nos detenemos en un lugar y ya sentados me cuenta la historia como sucedieron los hechos.
Fue hace tres años y medio. Yo tenia veinticuatro años y estaba estudiando medicina, tenia buenas calificaciones para poder siempre contentar a mis padres, ellos me mimaban mucho.
Estábamos muy bien económicamente, pero en un accidente...— empieza a sollozar— se fueron de mi.
Me heredaron todo su dinero, yo no sabia como administrarlo; Eso causo que me robaran todo, absolutamente todo, no me quedo nada y acabe solo, en la calle. Sobrevivo gracias a que salve esta hermosa guitarra—da unos golpecitos a su guitarra, que se encuentra en su regazo—, y acostumbro cantar por las calles.
Bueno Toby, creo que es hora de dormir.
Roberto y yo nos acostamos sobre el piso y nos quedamos profundamente dormidos.