Capítulo 2: Confusión

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 Las crisis suelen provocar un avance. Tres días fueron suficientes. Ochako había decido. Pero quería hacerlo bien aunque le diese miedo. Cuando el profesor Aizawa les comunicó que Midoriya había despertado en el hospital tras la cirugía fue un alivio colectivo, y un llamado de atención a la castaña. La causalidad le había obligado a entenderlo a la fuerza. ¿Quería ver a Deku? Sí. ¿Le preocupaba su estado? Sí. ¿Temía perderlo? Definitivamente sí. Así que buscaría estar con él.

 En una semana de ausencia y separación se puede pensar mucho. Izuku por su parte añoraba ver a sus compañeros y amigos otra vez, y también a su mejor amiga Uraraka. Serían amigos, como siempre. Eso esperaba. El regreso del muchacho a la academia fue cálido y amistoso. Abrazos con unos, palmadas con otros, y solo un saludo con una chica en particular. Él había decidido mantener una distancia con la castaña para no incomodarla: hablaría lo justo y necesario, charlaría solo con Iida presente y se iría más temprano o más tarde para "escapar" de su compañera. Sin embargo, ella no se lo dejaría tan fácil. Uraraka contaba con refuerzos.

 El principal era Iida, quien era la segunda persona con la que había podido hablar seriamente de sus sentimientos para con el pecoso, y las otras eran ELLAS, sus amigas y compañeras de curso. No fue sorpresa para nadie que, cuando les contó a todas, Mina y Tooru fuesen las primeras en gritar y aceptar ayudar en el asunto. Pero no fueron las únicas. Momo y Asui estaban felices por su amiga, Jirou comenzaba a proponer ideas para el campo de batalla que se avecinaba.

 El primer momento fue según lo planeado por Midoriya, solo saludando a su amiga,pero a la hora del almuerzo, el enérgico dúo de Mina Y Tooru se hizo cargo.

- ¡Midoriya! - llamaron las dos mientras tomaban al chico en cada brazo mientras sujetaba su almuerzo para que no escapara - Que bueno que te encontramos, felicidades por salir del hospital. - lo comenzaron a arrastrar por la fuerza a una mesa - ¿Por qué no comes con nosotras? - más que una pregunta, había sido una orden, mientras sentaban al chico en una mesa frente a su mejor amiga y otras dos integrantes de la clase.

- Disculpen, señoritas - intentó dialogar Izuku al notar quien estaba frente a él - pero no quiero molestar.

- ¡No te preocupes, muchacho! - de hecho, sí que comenzaba a preocuparse - quédate en este lugar - a lo que le guiñó un ojo a la castaña - ¡Ooohh! ¡Pero qué barbaridad! - exclamó Mina, demasiado dramática como para notar que estaba mintiendo, pero el nervioso muchacho no se daría cuenta - Se nos acabó el jugo, voy a buscar más. Tooru, Tsuyu, Jirou, acompáñenme para ayudar.

- Claro - respondieron a un ensayado unísono y se levantaron para apartarse de la mesa, dejando solos a la pareja de "amigos". El pecoso se rascó la cabeza sin hacer contacto visual, sonreía tímido.

 - Eso fue raro - atinó a decir.

- Tal vez un poco. - comenzó a decir, y si bien habían practicado con sus amigas la escena que estaba ocurriendo en ese momento, ahora dependía de ella.

Paso 1: Llevar al verdecito con Ochako.

Paso 2: retirarse estratégicamente

Paso 3: que surja el amor.

 Mina lo hacía sonar tan simple. Pero debería ser más fácil. El chico de rizos ya se había confesado, supuestamente estaba a dos palabras de iniciar un "algo". Solo dos palabras. Dos. "Me gustas" y ya. Era el momento, sus amigas lo habían creado solo para ella. Iida había retrasado al pecoso para que todo estuviera listo a tiempo. Inhaló profundamente, y procuró juntar todo su valor para las siguientes dos palabras. Solo dos, nada más, y las cosas surgirían. Tensionó sus cuerdas vocales y...

- Lo lamento, Uraraka -san - interrumpió el muchacho sin darse cuenta - No sé qué les pasó. - sonrió tiernamente, seguía sin mirarla.

- No pasó nada, Deku-kun - respondió la castaña, siendo sincera pero notó un problema: ya había dicho las dos palabras, es más, había dicho cuatro. Su valor volvió a flaquear.

A lo Largo de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora