Capítulo 10: Conociendo a los Padres

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 La semana progresó con nuevas emociones. Ochako e Izuku planeaban cómo conocer a sus padres, encuentros extraños entre Asui y Shoto, con este último charlando más con Yaororozu. Pero los que peor estaban eran Ashido y Kirishima. Ella comenzó a evitarlo, de maneras bruscas y poco sutiles. El lugar para la fiesta había sido determinado y eso les quitó las oportunidades de seguir saliendo. Por un lado lo cual agradecieron, para no pasar más situaciones incómodas, pero por otro, no les gustaba cómo había cambiado la relación.

 A lo largo de la semana, Kirishima habló con varios, en particular con Midoriya, el cual le dio apoyo emocional, ambos lloraron el dolor del pelirrojo. Juntos consideraron prudente que, si Ashido evitaba a Kirishima, él la evitaría también. "Hay muchos peces en el océano" no es un remedio emocional, pero seguía siendo cierto que no era el fin del mundo.

 Por su parte, Midoriya tenía su propio conflicto: conocer a los padres de Uraraka. Había reservado el sábado para almorzar en casa de ellos y la cena sería junto a Inko. Los nervios querían matarlo. Uraraka no se encontraba mucho mejor. Sabía que iría a ver a la madre. De Izuku había escuchado que su padre no estaba en el país y que su mamá era muy buena. Pero la ansiedad no se calmaba. Querían causar buena impresión y caerles bien.

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Era sábado. Faltaban apenas dos semanas para la fiesta de navidad, y la organización aún tenía cabos sueltos. Pero ese día era especial para la pareja apodada Izuocha por sus compañeros. Conocerían a los padres de su interés romántico.

Izuku estaba con una ropa semi formal, repetía el uso del chaleco de su primer cita con Uraraka pero con una camiseta diferente. Estaba ante el edificio en el que se encontraba el departamento de su novia. Mandó un mensaje avisando su llegada, y menos de dos minutos después apareció su novia en la entrada, vistiendo casual, como cuando fueron de compras con la clase, y por supuesto, su radiante sonrisa. Le saludó alegre y avanzaron un par de pisos hasta el lugar que ocupaba con sus padres. El lugar era modesto pero muy confortable. Lo invitaron a sentarse y ponerse cómodo. Acató la primer orden pero no pudo con la segunda. La madre de Ochako entro en la pequeña sala, y se dirigió al peli verde, que se levantó de un salto y reverenció la señora de la casa.

- M-mucho gusto. - saludó hecho un manojo de nervios - Me llamo Izuku Midoriya. Estoy profundamente encantado de conocerla, señora Uraraka. - la actitud del chico sorprendió a la madre y a la hija, que dos segundos después de la incómoda presentación del muchacho empezaron a reír, y eso calmó al chico. Un poco, al menos.

- El gusto es mío, Midoriya-kun - sonrió cálidamente, parecía que había heredado de ella la forma de sonreír - Mi esposo llegará en breve. Se atrasó ligeramente. Toma asiento mientras tanto. Ochako-chan, ¿me ayudas con algo antes que llegue tu padre?

- Claro - comenzaron a terminar los alimentos, con algo de rapidez, pues temían ligeramente como podría ser la reacción del hombre mayor. Finalizaban con los últimos toques cuando oyeron una llave en la puerta, y unos pasos ingresando. Se preocuparon ligeramente.

 El hombre entró en su sala, y vio a un joven sentado en ella, tenía el cabello verde y estaba lleno de cicatrices en su brazo y en la cara. Lo reconoció. Era quien había peleado contra Shigaraki Tomura y triunfado. Su respeto por él había subido ligeramente. El muchacho en cuestión se puso de pie otra vez, y volvió a inclinarse.

- Mucho gusto, señor. - dijo y extendió la mano.

- ¿Eres tú Izuku Midoriya? - preguntó serio, sin estrecharla.

- Así es. - dijo, manteniéndose en la reverencia.

- El gusto es mío, muchacho - mencionó, apretando la mano que se le había ofrecido. Se sentaron y comenzaron a charlar, bajo la atenta mirada de las dos mujeres que espiaban la escena. Contrario a lo que pensaban, no fue un interrogatorio, sino una conversación amigable. Ya mas tranquilas, madre e hija llevaron los alimentos a la mesa y llamaron a los dos varones, que fueron y se sorprendieron por los platos presentados: Katsudon.

A lo Largo de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora