𝗰𝗮𝗻𝗻𝗶𝗯𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲𝗲𝗻 | draken/mikey

(-XIII-)

—Uf… Solo quiero hablar con alguien de mi pasado que no sea un completo imbécil —. Murmura Mikey acercándose a Sanzu para sentarse a su lado recargándose en su hombro. —Hablemos de otras cosas… No quiero pensar en que mi vida es una mierda.

Murmuró soltando un último suspiro cubriendo su rostro con ambas manos. Sanzu por su parte simplemente tararea buscando en su mente podrida, mareada y francamente algo rota, algo para poder animar a la única persona que mantiene su existencia con un significado, aún con el teléfono en la mano se le quedó pensando mirando en si este tendría alguna respuesta. —Bueno, me alegra saber que no soy un imbécil para ti, aunque tal vez deba ofenderme por ser parte de tu vida de mierda. —Menciona el más alto con una sonrisa burlona y divertida, para luego rascarse la cabeza de forma tonta cual simio que intenta entender algo. —Pero, se a lo que te refieres, creo…

Cree que es más fácil distraer a Mikey de sus problemas si éste intenta solucionar los suyos, ambos estaban realmente jodidos y tal vez por eso siguen juntos. —¿Tu trabajo no era mañana? —. Y el enano esquivó el sentimentalismo como un campeón, aunque era menos deprimente hablar de su trabajo, eran mercenarios emocionales, quién lo diría.

—Meh, su familia saldrá de paseo en dos semanas, quiero liquidarlo como mesero, darle algo de su propia medicina.

—¿Qué quieres decir? —. Pregunta el rubio alzando la mirada, Sanzu tenía unas ideas retorcidas sobre lo que es la justicia, pero no por eso era menos divertido de ver, el sentido del humor de ambos estaba irremediablemente fracturado y eso los había unido más, se quedó pensando unos segundos antes de saltar levemente con la respuesta en los ojos. -¡Oh! Porque el tipo esta en la trafica humana… Ya entendí, maldito bastardo, asesinado por un mesero aleatorio que se supone debe servirlo, si supongo que es poético.

—Sabía que lo entenderías.

—No eres discreto… Oye, hay algo que me está molestando últimamente… —. Mencione el más cuerdo en la habitación, pellizcando el puente de su nariz con cierta irritación. —En mi misión, el tipo ese.

—El cerdo.

—Sí, ese, un completo idiota.

—No es sorpresa.

—No, no… Osea, si un completo patán, pero demasiado estúpido como para estar en ese puesto. Sanzu, no sé en qué nos estamos metiendo, se que hemos estado peores pero —. Mikey detuvo su perorata con un gruñido, frustrado de no saber cómo expresar su miedo si es que lo que imaginaba era tan peligroso como imaginaba, pasando una mano por su cabello buscando calmarse para luego sentir un peso en su regazo, su compañero, y ahora Titulado mejor amigo, Sanzu, se recostó en sus piernas para darle un peso extra y se mantuviera en la realidad. Manjiro soltó un suspiro antes de organizar medianamente sus ideas. —Creo que los sujetos que nos contrataron están maquinando algo pueden estar relacionados entre sí, y… Lo que quiero decir es… Ten cuidado…

Murmuró lo último, porque claro, le era difícil expresarse por completo, incluso cuando sabía que Haruchiyo es completamente capaz de cuidarse de sí mismo, o al menos de sobrevivir a una balacera, Mikey no podía evitar preocuparse por el maníaco de sonrisa loca. La única respuesta que recibió fue un fuerte sonrojo de parte de Sanzu. —Es lo más bonito que me has dicho…

—¡Ugh! Por eso no puedo ser sentimental contigo —. Responde Mikey completamente sonrojado de  golpe cubriendo su rostro con rapidez y vergüenza. —Como sea… Creo que algo traman y no nos pagan lo suficiente para involucrarnos más de la cuenta… Y tu eres propenso a ser un idiota cada misión individual.

—Te recuerdo que perdí varias neuronas por conmociones cerebrales y drogas…

—Solo me estás dando la razón.